El fiscal Chavarry aduce que su eventual renuncia se da para resguardar la autonomía del Ministerio Público, sin embargo, las verdaderas razones tendrían que ver con el aislamiento en el cual se encuentra, lo cual quedó evidenciado cuando incluso los congresistas del APRA se sumaron a los diversos sectores que piden su renuncia. Ha esto se añade la arremetida del ejecutivo encabezado por Martín Vizcarra quien días atrás presentó un proyecto que declaraba en emergencia al señalado ministerio y el cual tendría como objetivo sacar de su cargo a Chavarry, y ahora se suma también la suspensión de su colegiatura como abogado por parte del Colegio de Abogados de Lima y la reciente intervención de las oficinas de uno de sus principales asesores, el cual habría llegado a ese puesto promovido por los sectores fujimoristas.
Cabe recordar que Pedro Chavarry fue elegido fiscal de la Nación el 7 de junio del 2018 en medio de la difusión de audios donde jueces de diferentes salas negociaban la reducción y/o eliminación de condenas con empresarios, violadores, entre otros litigantes que habían infringido la ley, lo cual ponía en evidencia el grado de descomposición del poder judicial. Su nombramiento fue muy cuestionado ya que el extinto Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), instancia encargada de nombrar los fiscales que designaban cada tres años al fiscal de la nación, se encontraba copado por personajes vinculados estrechamente al fujimorismo y al APRA, por tanto, prácticas irregulares como las coimas eran pan de todos los días, como bien lo demostraron los audios que propaló el Instituto de Defensa Legal.
La vinculación del fiscal de la nación pedro Chavarry al fujimorismo y al APRA, se manifestó antes de que este jure su cargo, cuando se difundieron diversos audios en los que se escuchaba los diálogos que hacían mención a una reunión de Chavarry con el congresista fujimorista Becerril y otro donde se muestran diálogos con el ex juez supremo Cesar Hinostroza (el cual actualmente se encuentra preso en España).
En medio de estas denuncias periodísticas, Pedro Chavarry juró a su cargo como fiscal de la nación el 20 de julio del año pasado y desde ese entonces se ha convertido en la expresión jurídica más importante de la facción burguesa que comprende al APRA y al fujimorismo, la cual viene confrontando desde el 28 de julio a la facción burguesa encabezada por Martín Vizcarra quien, con el apoyo de los grandes medios de comunicación y un sector de la izquierda neo reformista, le ha propinado severos golpes a su contricante al grado tal que la mayoritaria bancada fujimorista se ha quebrado, una vez más, perdiendo ahora al congresista Salaverry quien fuera llevado a la presidencia del parlamento precisamente por su obsecuencia a Keiko Fujimori.
Esta disputa por el control de la superestructura política y jurídica entre estas dos facciones patronales, le ha permitido a Vizcarra empoderarse como el adalid de la lucha contra la corrupción, lo cual le ha dado un importante margen de popularidad que supera el 60%, esto viene siendo utilizado por el presidente para arremeter contra los trabajadores a través de una serie de medidas de ajuste que flexibilizan y precarizan aún más las difíciles condiciones de trabajo y otras medidas que favorecen los intereses de los grandes capitalistas como exoneraciones tributarias o los intentos por privatizar los servicios de agua.
La renuncia de Chavarry como fiscal de la nación, no evita que este siga ejerciendo sus funciones como fiscal, por tanto estaría facultado para votar en la elección del nuevo fiscal de la nación. Este hecho muestra con mucha crudeza que no basta cambiar de nombres, sino más bien, urge cambiar las formas como se eligen en nuestro país a los jueces y fiscales. Basta ya de que solamente una casta de juristas desligados de los intereses del pueblo y los trabajadores decida quien ejerce la justicia en el Perú. Si queremos empezar a cambiar en serio, luchemos porque el fiscal de la nación, los jueces y los demás fiscales sean elegidos por voto popular y si es que incumplen con su mandato puedan ser revocados también por el pueblo que los eligió. Para avanzar en ese sentido, tenemos que imponer con la lucha de los trabajadores y el pueblo una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, que barra de una vez por todas el régimen del 93 que nos impuso Alberto Fujimori, el cual se ha convertido hoy en el principal sostén jurídico de los empresarios y los políticos corruptos. |