Pasaron 300 días del brutal asesinato de la concejala Marielle Franco y nada se sabe sobre los autores materiales e intelectuales. El Estado es responsable por no investigar ni dar condiciones para una investigación independiente. Sólo podremos imponer justicia por Marielle con la movilización y una gran campaña política.
Se cumplen 300 días del brutal asesinato de la concejala de izquierda Marielle Franco y su chofer Anderson Gomes, y la investigación continúa sin ningún tipo de avance. Con el Estado como principal responsable aún no hay indicios de los autores materiales e intelectuales del hecho.
Publicamos a continuación el artíulo aparecido originalmente en Esquerda Diario de Brasil al cumplirse los seis meses de sus asesinato, para recuperar el necesario debate sobre cómo lograr una lucha efectiva por justicia.
No olvidamos esa enorme herida abierta por el golpe institucional y reafirmamos: El Estado es responsable.
Marielle Franco fue asesinada para callar una voz contra los golpistas y sus ataques. El asesinato mostró la verdadera cara de la degradada democracia brasileña, donde pueden matan impunemente a una concejala mujer, negra y de izquierda.
La respuesta al asesinato fue inmediata, decenas de miles de personas salieron a las calles gritando "justicia para Marielle!" y "No a la intervención en Río de Janeiro" un día después de su asesinato y y el de Anderson, que conducía el auto en el que viajaban.
En el rechazo masivo desde las redes sociales y en los actos en todo el país resonó el grito exigiendo justicia por Marielle, pero también un sentimiento político contra la intervención federal, la violencia policial y los avances sobre los derechos que el gobierno viene llevando adelante desde el golpe institucional.
Tras el brutal asesinato aparecieron todo tipo de noticias falsas tratando de ensuciar la militancia política de Marielle, asociándola con las mafias, el narcotráfico y el crimen organizado .
La derecha más reaccionaria también se refirió con odio y saña sobre la muerte de la concejala del PSOL. Bolsonaro dijo a la red Globo que era "una muerte más en Río de Janeiro" y el pastor Marco Feliciano hizo una broma desagradable diciendo que "la última vez que le dieron un tiro en la cabeza a un izquierdista, la bala tardó una semana en encontrar el cerebro". Los dos representantes de la derecha racista, LGBTfóbica y machista, apoyan la intervención federal en Río de Janeiro y son quienes dieron el tono más reaccionario sobre el asesinato, en contra de millones de mujeres y hombres trabajadores, negros y negras, que lo repudiaron en todo el país.
El asesinato de Marielle no sólo acentuó el debate sobre la intervención federal y la violencia estatal sobre el pueblo negro y de las favelas, sino también la propia conducción de las investigaciones por la policía civil de Río de Janeiro, en particular la división de homicidios.
Una investigación que no da respuestas
Desde su asesinato hasta el día de hoy, seis meses después de lo ocurrido, poco se sabe acerca de la investigación. Se sabe que las cámaras de las cercanías de donde ocurrió el crimen, en el barrio del Estácio, Zona Norte de Río fueron apagadas un día antes, hecho que imposibilitaría registrar la fuga de los criminales. Las armas usadas en el día del crimen eran de uso restringido de las fuerzas de elite de la policía de Río de Janeiro, subametralladoras de alta precisión (calibre 9mm) y con silenciadores. Se aventuró, incluso en los grandes medios que se trataba de asesinos especializados, familiarizados con el uso específico de esas armas.
Mónica Benicio, compañera de Marielle, denunció recientemente la precariedad de la investigación afirmando que recién ahora vinieron a pedir la contraseña del celular de Marielle para hacer una pericia. Benicio también denunció las amenazas de muerte que viene sufriendo.
Después de la primera hipótesis investigada relacionada con supuestos sectores ligados directamente a las milicias, ahora surgió una nueva hipótesis muy diferente, involucrando a la alta cúpula del PMDB de Río (el partido del que forma parte el presidente golpista Michel Temer, quién habilitó la intervención federal de Río).
El hecho es que ni los autores intelectuales, ni los autores materiales del crimen ejecutores fueron encontrados y que la investigación del asesinato de Marielle aparece sin solución alguna.
¿Cuál es el camino para garantizar la justicia para Marielle?
El camino para obligar a que el Estado realmente investigue y se castigue a los culpables es la movilización. Pero al mismo tiempo que debemos seguir exigiendo que el Estado investigue, no podemos dejar que esto sea solo realizado por un Estado que tiene sus vínculos con el asesinato.
Debemos exigir que el Estado garantice recursos y todas las condiciones para que una comisión investigadora independiente pueda trabajar, proporcionando materiales, archivos a organismos de derechos humanos, expertos comprometidos con la causa, parlamentarios del PSOL, representantes de organismos de derechos humanos, sindicatos, de movimientos de las favelas, entre otros, que sean parte de la investigación.
Necesitamos exigir el estado que garantice todas las condiciones materiales, financieras, y físicas para la realización plena y amplia de la investigación independiente, con acceso a todos los autos del proceso para acompañar y poder seguir todos los pasos que da la policía, y también dar pasos propios que efectivamente den solución al caso y que se encuentre a los culpables.
Ni un paso atrás en la lucha por justicia para Marielle y Anderson.