Hace semanas se instalaron en la Ciudad, en el semáforo, en el parque, pateando el barrio, en la radio, en la puerta de las escuelas, en la esquina contra el tarifazo, en la tele, en las asambleas y en las movilizaciones, son docentes que pelean contra el cierre de las escuelas nocturnas.
Desde La Boca a Devoto, de Lugano a Palermo con sus carteles coloridos hechos de cartulina, sus propios volantes y banderas, las docentes no se tomaron vacaciones para organizar la pelea contra el cierre de las nocturnas buscando el apoyo y sumando a la comunidad.
En cada semaforazo con “bocinazos por la educación” y en cada plaza con las miles de firmas de petitorios contra el cierre de las nocturnas se expresa el amplio apoyo de la comunidad luego que la noticia se difundiera en los medios.
Junto a sus compañeros y sindicatos docentes en tres días boicotearon 27 actos públicos, rechazando la reasignación de horas y cargos, que las dejaba a ellas y/o a sus compañeras y compañeros sin trabajo. Y frente a la avanzada del gobierno de cerrar la inscripción online de las 14 escuelas comerciales (“cierre administrativo” que desmiente los propios relatos de pos verdad de no cierre de la ministra) junto a sus compañeros impulsaron la inscripción presencial de estudiantes en la puerta de sus escuelas.
Durante enero decidieron seguir realizando asambleas de coordinación y acciones comunes. El 13, 14 y 15 de febrero tienen una prueba de fuego, es la fecha en la que el gobierno dispuso se vuelvan a realizar los actos de reasignación de horas y cargos suspendidos en diciembre, de llevarse a cabo no sólo perderán sus trabajos sino que el gobierno podrá avanzar con el cierre de cursos y escuelas dejando a miles de pibas y pibes sin la posibilidad de estudiar.
“Somos muchas, somos mujeres, somos mamás, todas mujeres laburantes”
No llegan a los 30 años o están próximas a jubilarse. Son mamás o no lo son. Participan con sus hijos de las actividades porque lo eligen o porque no les queda otra. Son las que hicieron todos los paros del año y las que hace muchos años que no paran. Las que alzan y arropan a los hijos de sus estudiantes en horas de clase. Las que acompañan a las pibas a hacer una denuncia por violencia de género. Las que dan ESI. Las que acompañan la escolaridad de las “alumnxs madres y padres”. Las que movilizaron por NI UNA MENOS. Las que llenaron las calles el 13J y el 8A por el Aborto legal, seguro y gratuito. Las que aman su laburo.
Paula, docente del colegio 11 de Barracas: “Para nosotras las mujeres esto es muy duro. Nosotras dejamos a los nenes en el turno noche para que los cuiden sus papás o familiares para poder traer un mango más a casa. Pasa que se complica muchísimo tener que pagar un alquiler y cada día aumentan más las cosas y no llegas y te vas a quedar sin trabajo en cualquier momento. Ojalá se vuelva atrás con la resolución...Somos muchas, somos mujeres, somos mamás, todas mujeres laburantes. Me siento orgullosa de pertenecer a la educación y la verdad es que amo laburar de lo que laburo”.
Andan en grupo y con esta lucha se conocieron más. Comparten la preocupación y la angustia de perder el trabajo en tiempos de ajuste. Se dan ánimo y se convencen mutuamente de la pelea porque no es sólo por ellas, también es por sus estudiantes.
María del Carmen, docente del comercial 12 Lugano: “Soy viuda hace 8 años, tengo dos hijos a cargo. Para mí es muy importante seguir conservando mi fuente de trabajo, pero además, el trabajo que hacemos con los chicos, ellos son muy importantes, tampoco son un número. Ni nosotros, ni ellos. Muchas de mis compañeras, el 70 % somos mujeres, muchas nos hacemos cargo y somos un gran apoyo de nuestras familias”.
En las escuelas nocturnas, muchas de las pibas son mamás que encuentran la posibilidad de dar continuidad a sus estudios gracias a que cuentan con una sala maternal o que pueden dejar a sus hijos al cuidado de otro familiar. Muchas buscan trabajo o trabajan extensas jornadas fuera de su casa, en su mayoría en forma precarizada y por muy poca plata. Trabajadoras domésticas, niñeras, puesteras en la feria, cocineras en los comedores del barrio, al final del día todo suma. Están las que venden ropa, ollas, tuppers y cosméticos por catálogo todos meses las docentes destinan una parte de su salario a la compra de algún producto, es una forma más de sostener la escolarización.
Myriam Bregman, del PTS en el Frente de Izquierda, lo planteó en la sesión especial convocada por diputados y diputadas para tratar la anulación de la resolución 4055/18: “La resolución de Larreta y Acuña es la resolución de la vergüenza. Es como cuando alguien esta caído en el piso y encima le pegan una patada, es lo mismo. Estuvimos hablando con muchos y muchas, que estudian en estas escuelas, pibas y pibes que no pudieron terminar el secundario, que tienen un trabajo precario, que trabajan muchas horas y lo única que les queda es la escuela nocturna. Mamás que tienen varios chicos y que a la noche encuentran que algún familiar se los cuide y pueden ir a la escuela a esa hora. En la Ciudad de Buenos Aires, más de 400 mil personas mayores de 21 años no tienen terminado el secundario. Entonces lo que hay que discutir son becas, son jardines y juegotecas para que puedan dejar a sus hijos en horarios que puedan concurrir a la escuela; hay que discutir toda una batería de ayudas para que puedan terminar el secundario esas 400 mil personas y no cerrar las escuelas que hay. Desde el Frente de Izquierda venimos insistiendo mucho que el acuerdo con el Fondo Monetario es esto; que el acuerdo con el Fondo Monetario es achicar en educación y achicar en salud”.
Soledad Acuña ¿y la sororidad transversal?
Recientemente la ministra de educación, que tiene salario de CEO equivalente a ¡13 salarios docentes! y sostuvo que “las docentes tienen menos prestigio que algunas personas que bailan en la tele”, admitió que nunca dio clases dejando en absoluta evidencia su desconocimiento sobre el trabajo que realizan docentes y estudiantes y la realidad de las escuelas públicas. Sin embargo, esto no le impidió a Larreta dictar la resolución 4055/18 que ordena el cierre de las escuelas secundarias nocturnas. Es que en definitiva la política educativa del gobierno no responde a las necesidades de la población sino a las del FMI y otros organismos internacionales como la OCDE y el Banco Mundial.
El presupuesto de ajuste, votado por el macrismo y un amplio sector del peronismo, para garantizar el pago de la deuda ilegítima y fraudulenta con el FMI es el marco que explica el avance de Larreta con el cierre de las escuelas. Un recorte del 10% en educación, un 4% en salud y otro tanto en programas de asistencia a víctimas de violencia de género marcan no sólo los sectores sobre los que se desplegará la política de vaciamiento sino sobre quiénes se descargará la crisis. Nuevamente las mujeres de las familias trabajadoras, principales víctimas de la reforma previsional y la leyes de discapacidad, serán la variable de ajuste.
El inmovilismo de la CGT y la política electoralista del Frente Sindical, que convocó a marchar a cientos de miles de trabajadoras y trabajadores a la iglesia de Lujan y NO a rodear el Congreso el día de la votación del presupuesto para enfrentar la política de ajuste en las calles. Buscando, incluso, conciliar al movimiento de mujeres con quienes militaron sus muertes en abortos clandestinos e inseguros. Así como, las recientes declaraciones de Hugo Yasky – CTA y diputado por Unidad Ciudadana: “salvo una provocación no deberíamos este año hacer paros” ignoran la pelea que están protagonizando miles de mujeres trabajadoras como las docentes de caba, las trabajadoras de Siam, del Hospital Posadas, de Nordelta y de madygraf enfrentando a las patronales y al Estado contra los despidos, los abusos y los tarifazos.
Larreta y Acuña le temen a la resistencia que surge, cada vez con más fuerza, con el rostro de las mujeres.
Desde la agrupación docente 9 de abril-Marrón proponemos impulsar la más amplia unidad con las agrupaciones y organizaciones de mujeres, LGTTBI, colectivas, grupos, secretarías y comisiones de género, con quienes se lucha conjuntamente y desde cada asamblea docente exigir a la UTE que las convoque para los días 13, 14 y 15 de febrero a que se solidaricen y unan con la comunidad educativa en las acciones contra el cierre de cursos y escuelas enfrentando la política de vaciamiento y ajuste en un grito común de #MiraComoNosOrganizamos.