Al menos 8 personas murieron este martes durante la brutal represión de la Policía de Zimbabue a las protestas que se realizaron durante la segunda jornada de huelga general. Una treintena de manifestantes resultó herido y al menos 200 terminaron detenidos como parte de la acción de la policía ordenada por el Gobierno ante el descontento generalizado por el aumento del costo de vida.
La huelga de 72 horas fue convocada por el Congreso de Sindicatos de Zimbabue (ZCTU) como respuesta a la crisis económica que vive el país, empeorada en los últimos meses, y por la decisión del presidente zimbabuense, Emmerson Mnangagwa, de duplicar el precio del combustible.
Durante la jornada del lunes, los manifestantes montaron barricadas en las calles de las principales ciudades, saquearon tiendas, lanzaron piedras contra vehículos policiales y quemaron una comisaría, mientras que las fuerzas de represión atacaron las protestas con gas lacrimógeno y balas de plomo.
En un tono cínico el ministro de Seguridad, Owen Ncube, dijo este martes, en declaraciones al periódico estatal The Herald, que estas protestan habían "resultado en la pérdida de vidas y propiedad, incluidos daños a la Policía y a miembros de la sociedad civil". La situación represiva se agudiza por el "apagón" de internet ordenado por el Gobierno, para evitar la comunicación entre los huelguistas en las redes sociales, y por el temor de los heridos a ser detenidos si acuden a los hospitales para ser atendidos.
Más de 200 personas fueron detenidas el lunes, según confirmó el ministro Ncube, que calificó a los huelguistas de "terroristas".
El pasado sábado, el presidente de Zimbabue, Emmerson Mnangagwa, subió el precio del litro de gasolina de 1,38 dólares a 3,31 dólares, y el del litro de diesel de alrededor de 1,45 dólares a 3,11 dólares. Por otra parte ante la escasez de dólares el Gobierno inventó una cuasimoneda (pagarés) para pagar a los empleados públicos pero que en el mercado negro solo se cambia por un tercio del valor de denominación.
Mientras que en Zimbabue se viven estas escenas de violencia, Mnangagwa se encuentra en una gira internacional que le ha llevado a Rusia, donde se reunirá con el presidente, Vladimir Putin, y en la que pasará por varios países antes del Foro Económico Mundial.
Esta huelga se suma a las protestas llevadas a cabo en las últimas semanas por médicos y profesores del sector público para pedir que el Gobierno les pagase en dólares y no en los citados pagarés.
El Gobierno insiste en que el país no genera suficientes dólares estadounidenses -divisa adoptada como moneda oficial desde 2009- para pagar a todos los funcionarios y que el pagaré tiene el mismo valor.
El nivel represivo que ha habilitado el Gobierno contra los manifestantes y las condiciones miserables de vida que debe afrontar gran parte de la población, constituyen el escenario perfecto para que Zimbabue vuelva a convertirse en un polvorín, como lo viene haciendo recurrentemente en los últimos años. |