Una política insuficiente ante los 500 despidos
La Asamblea Nacional tenía carácter de programática y dividió su primera jornada en variadas comisiones, ninguna de ellas hacía referencia al tema principal de estos últimos días en el mundo de los profesores: los más de 500 despidos contabilizados por diversos dirigentes comunales y regionales. Es por eso que dentro de la Comisión de Negociación con el Gobierno muchos dirigentes acordamos llevar a la asamblea una moción de enfrentar los despidos con movilizaciones. En aquella Comisión criticamos bastante la gestión del 2018 basada en reuniones con autoridades y la pasividad, pues, con suerte se realizaron tres jornadas de paro separadas en el tiempo y sin continuidad. Ante esta crítica el sector del “aguilarismo” acordó realizar una manifestación, como propusimos desde Nuestra Clase, por los alrededores de La Moneda, el palacio presidencial, y entregar un carta. A esto la Nueva Mayoría y el PC se opusieron criminalmente. Sin embargo, ¿bastará una sola protesta, de dirigentes, y una carta para detener los despidos y conseguir la reincorporación? Claramente no.
No se votó el paro para el 8 de marzo por decisión de Mario Aguilar
Por si fuera poco, la segunda moción de la Comisión de Negociación con el Gobierno, no fue acogida en su integridad: la de establecer un plan ascendente de movilización y paro desde marzo, pero, con fechas claras, que incluyeran asambleas, paro de 48 horas y un paro indefinido. Esta propuesta había sido discutida por los profesores de Antofagasta. Además propusimos que este plan integrara la fecha del 8 de marzo como paro efectivo, adhiriendo con fuerza, poniéndose a la cabeza de la huelga de mujeres convocada por el Encuentro de Mujeres de noviembre de 2018. Sin embargo Aguilar, que concentra mucho poder en la Asamblea, dejó sin importancia las mociones y ordenó nuevamente las opciones de voto a su posición.
Esta forma de organizar al CdP es antidemocrática, pues, ni siquiera en un parlamento el “presidente” posee tanta potestad. Si observamos las resoluciones, la votación es casi siempre unánime, principalmente porque hay generalidades como “renuncia del Ministro Chadwick”, “exigir al Ministerio a que cumpla lo que ofreció”, “difundir proceso de aplicación de ‘nueva educación pública’”, “seguir participando del movimiento No+AFP”, “actualizar información respecto a las normativas legales”, “poner fin a las irregularidades financieras dentro del CdP”, “relanzar una campaña por la Deuda Histórica”, “adherir y participar de la convocatoria del día de la mujer trabajadora el 8 de marzo”. ¿Quién podría oponerse a esto?, pero la pregunta es ¿cómo conseguirlo? Aguilar no tiene otra receta que la misma de los últimos dos años, y que es bastante similar al período de Jaime Gajardo: reuniones de presión con autoridades y desviar cualquier paro. Es decir, pasividad.
Lo que muestra la lucha del GAM: trabajadoras y trabajadores unidos ante los ataque de la derecha
En Asamblea Nacional también instalamos la huelga actual de los trabajadores del Sindicato GAM, centro cultural manejado por los gobiernos de turno, manteniendo el modelo de concesiones privadas y financiamiento al arte de mercado, dejando a las trabajadoras con bajos salarios y sin derechos maternales. Las trabajadoras del GAM y todos los estudiantes, profesores y artistas que los apoyan son un ejemplo de cómo enfrentar los ataques de las empresas. ¿Porqué el CdP en manos de Aguilar no busca un camino de unidad con los trabajadores de otros sectores y desarrolla un movimiento amplio y de denuncia contra los despidos en profesores? Por que defiende otra estrategia sindical basada en acuerdos con las autoridades, bajo poder de decisión de las bases (pues él consulta cuando quiere y lo que quiere) y realizando marchas aisladas en el tiempo, sin declarar la movilización como única forma de hacer retroceder las leyes discriminatorias y de mercado del gobierno de Piñera.
Desde Nuestra Clase, agrupación de profesores, participamos de la huelga del GAM e intervenimos en la Asamblea del CdP buscando instalar el paro efectivo para el 8M, un plan escalonado de movilizaciones (tal como lo propone Antofagasta y otros comunales) porque consideramos que a Piñera se le debe enfrentar con la unidad de los trabajadores y trabajadoras de todos los sectores y en forma independiente a los partidos que gobiernan para los intereses de la educación privada. Por el contrario, nuestra pelea es por transformar la educación y ponerla al servicio de las necesidades de los trabajadores y el pueblo, lo mismo que pelean los trabajadores del GAM cuando dicen “Basta de Arte de Mercado”, “queremos que el arte y la cultura esté al servicio de la gente”. |
