De la elección del nuevo presidente del CCE participaron la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), la confederación de Cámaras Industriales (Concamin), el Consejo Nacional Agropecuario (CNA), la Asociación de Bancos de México, Asociación de Instituciones de Seguros y el Consejo Mexicano de Negocios.
Carlos Salazar Lomelí es un empresario nacido en Monterrey, Nuevo León. En su carrera destaca en particular su cargo como director general de la Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma y director general de la refresquera Coca Cola FEMSA, esta última con operaciones en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Filipinas, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá y Venezuela. Es uno de los expertos a sueldo del gran capital para aplicar la precarización laboral.
En México en particular, FEMSA tiene entre sus empresas las tiendas de conveniencia Oxxo, que a inicios de 2018 pagaba sólo 3,767 pesos por mes a sus cajeros, por 10 horas de trabajo seis días a la semana. Con salarios como esos, que mantienen a la mayoría de la clase trabajadora en la pobreza, sin chance de llegar a fin de mes ni de una vida digna, las empresas construyen sus fortunas, gracias a los eficientes oficios de ejecutivos como Salazar Lomelí.
En Argentina, la trasnacional persigue a trabajadores luchan por sus derechos laborales con despidos, suspensiones y descuentos.
En Venezuela, sus prácticas son similares. En agosto de 2018, la trasnacional despidió arbitrariamente a 44 trabajadores en la ciudad de Carúpano, capital del municipio Bermúdez, estado Sucre.
Ahora, Salazar Lomelí tiene como objetivo conseguir la “unidad” del empresariado en México para mantener y profundizar la precarización laboral de la clase trabajadora durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien aseguró que quería gobernar para los ricos y para los pobres.
Pues no. El presidente del CCE –y todos sus representados– son enemigos acérrimos de quienes producen la riqueza y mantienen en funcionamiento la economía: las trabajadoras y los trabajadores, como quienes en Matamoros, Tamaulipas, luchan por aumento de salario y pago de bonos a la patronal maquiladora, que tanto se ha beneficiado de las brutales condiciones de explotación que imperan al sur del río Bravo. |