El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) destinó recursos públicos a empresas mediante el Programa de Estímulos a la Innovación (PEI). De ellos, 30%, fueron para 512 empresas y grandes trasnacionales.
El programa PEI se estableció en el año 2009 como un instrumento para destinar recursos a las empresas para fomentar en ellas la inversión en proyectos de innovación tecnológica, que se traduzcan en oportunidades de negocio.
Según este programa, se abre la participación del sector empresarial en la investigación científica del país, en el listado de beneficiarios del programa se encuentran compañías cuya matriz está en otros países, como las estadunidenses Ford, General Motors, IBM, Intel y Monsanto, las alemanas Bayer, Continental y Volkswagen, la francesa Sanofi o la japonesa Nissan.
Anterior a este programa, la política del Conacyt fue impulsar la inversión en actividades de investigación, desarrollo tecnológico e innovación en las empresas. Mediante el Programa de Estímulos Fiscales a la Investigación y Desarrollo de Tecnología (Efidt), que operaba como un crédito fiscal que permitía a inversionistas privados deducir impuestos si invertían en investigación científica y tecnológica. Pero tras ocho años de operación, se detectaron abusos y fallas que llevaron a su sustitución.
Ahora con el PEI se busca la generación de nuevos o mejorados productos, procesos y servicios; la incorporación de recursos humanos especializados y capacitados por las empresas.
Al mayor fabricante de circuitos integrados del mundo, Intel, se le dieron 202 millones 217 mil pesos para seis investigaciones. IBM obtuvo 54 millones 409 mil pesos del Conacyt para cinco proyectos. Mientras que la trasnacional Monsanto en 2009 recibió 20 millones 792 mil pesos para un programa de mejoramiento genético del maíz en México y para el desarrollo de variedades híbridas de sorgo.
A la farmacéutica alemana Bayer le fueron transferidos 21 millones 738 mil pesos de fondos públicos para estudios sobre herbicidas y medicamentos. La armadora Ford recibió poco más de 11 millones 863 mil pesos para 18 proyectos que tuvieron un costo total de 40 millones 251 mil pesos.
Si bien esta política no es nueva en el Conacyt, lo escandaloso es que se haya dado a conocer esta información para justificar el recorte de presupuesto a la investigación científica.
En México hay un déficit en los presupuestos para la educación e investigación, que puede agudizarse con los recortes de la nueva administración, mismos que son aprovechados por las grandes empresas poniendo el desarrollo científico a su servicio privado.
Mientras tanto los salarios exorbitantes de los grandes directivos de las universidades y del mismo Conacyt, contrastando con los trabajadores de la ciencia, becarios, ayudantes de investigación cada día se enfrentan a condiciones de vida mas precarias.
Con información de La Jornada |