En conferencia de prensa desde Palacio Nacional, esta mañana el Presidente Andrés Manuel López Obrador centró su mensaje a los medios en el plan que su gobierno está llevando a cabo para frenar el robo de combustible de Pemex y temas relacionados.
En primer lugar, el secretario de Salud, Jorge Alcocer, informó que la cifra de muertos por la explosión de un ducto en Tlahuelilpan, Hidalgo, ascendió a 89, según cifras actualizadas hasta las 05:00 horas de este lunes
Por su parte, el director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, presentó un informe sobre el estado de abasto de combustible en el país. Tras destacar que en el periodo que va de 2006 a 2019, el 80% del robo se concentró en estados como Hidalgo, Puebla, Guanajuato, Jalisco, Veracruz, Estado de México y Tamaulipas, el funcionario presentó cifras sobre el mercado ilícito de combustible.
Durante su intervención, López Obrador informó que el plan de su administración consta de cuatro "acciones" básicas: vigilancia "para evitar robo de combustible"; aumento de capacidad de transportación de combustible; plan de bienestar y aplicación de la ley. En este último punto volvió a su discurso de combate a la corrupción, asegurando que se trata de un "problema estructural".
Sobre el aumento de la capacidad de transporte de combustible, AMLO informó que su administración decidió adquirir nuevas unidades de autotanques que garanticen el aumento en la distribución. La meta, informó, es contar con 200 mil barriles más en esta tarea. Con este fin es que una comisión de funcionarios partió a Estados Unidos, conformada por los secretarios de Relaciones Exteriores, de la función pública, de economía y funcionarios de Pemex y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. La comitiva cuenta también con representantes de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Obrador informó que estas nuevas unidades de transporte de combustible estarían operadas por integrantes de la Sedena.
En su mensaje, Obrador ratificó su intención de involucrar a integrantes de las Fuerzas Armadas en tareas de servicio público, sólo que en esta ocasión se refirió al desabasto como una "emergencia nacional" que debía ser atendida por militares, a través del Plan DN-III.
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