Los maestros realizaron esta huelga por más que salarios: había una propuesta de aumento antes de que comenzara el paro. Los maestros de Los Ángeles han centrado su lucha en torno a las demandas que mejorarían directamente las vidas de sus estudiantes: reducción del tamaño de sus clases (en la mayoría de los casos con más de 40 estudiantes), una mayor proporción de estudiantes por enfermera, ya que las enfermeras solo van unas pocas veces por semana, más orientadores escolares y mayores restricciones en la expansión de las escuelas autónomas (charter schools).
El anuncio del 22 de enero de un acuerdo tentativo fue recibido por muchos miembros del sindicato con euforia y alivio, y Facebook y Twitter explotaron con imágenes de maestros celebrando, felices de finalmente regresar a sus aulas.
Los logros alcanzados por esta huelga fueron un aumento del 3 por ciento para el año 2017-2018 y un aumento del 6 por ciento retroactivo al comienzo de este año escolar. La sección 1.5, que permitió al distrito ignorar los límites del tamaño de la clase, se eliminó del contrato, lo que proporcionó una base para negociar tamaños de clase aún más pequeños en el futuro. El contrato en su forma actual reduce el tamaño de la clase en un estudiante cada año durante los próximos tres años. Se contratarán 300 enfermeras nuevas en los próximos tres años, al igual que 80 bibliotecarios nuevos. Se proporcionará un orientador escolar adicional por cada 500 estudiantes. El distrito también acordó contratar a un abogado para apoyar a las familias inmigrantes en el distrito, así como a un grupo de trabajo conjunto para crear áreas de juego más verdes.
Con respecto a las escuelas autónomas (charter schools), la Junta Directiva acordó aprobar una resolución que pide al estado establecer un límite máximo para las escuelas autónomas. Además, en relación con las pruebas estandarizadas, se creó un grupo de trabajo para hacer un plan para reducir las pruebas a la mitad.
Randi Weingarten, presidente de la Federación Americana de Maestros, dijo que el nuevo contrato fue un "cambio de paradigma":"Por primera vez en años, la conversación se ha centrado en cómo financiar nuestras escuelas para que los estudiantes tengan el apoyo que necesitan."
El alcalde de Los Angeles Eric Garcetti declaró, “Este es un buen acuerdo. Es un acuerdo histórico.”
Sin embargo, no todos los maestros se mostraron conformes con los resultados de la huelga. Al mirar los foros en línea y las redes sociales, muchos maestros expresaron su frustración con el contrato, con el proceso y con UTLA. En particular, los maestros afirman que les dieron solo unas pocas horas para leer y comprender un contrato complejo de 40 páginas; no había tiempo para que los maestros entendieran por qué votaban, y mucho menos la posibilidad de debatir entre ellos.
Left Voice habló con Erika Moreno-Massa, una docente hace 13 años en las escuelas de UTLA que trabajó en educación especial durante 12 de esos años.
“Al principio, estaba realmente emocionada de que se hubiera llegado a un acuerdo. Después de 6 días de huelga, ¡finalmente pudimos volver a enseñar a nuestros estudiantes! Escuchamos las noticias cuando estábamos en una gran movilización en Grand Park por la mañana y no teníamos señal en el teléfono celular, así que no pudimos consultar los detalles del acuerdo. Al principio estaba emocionada porque la gente hablaba de ello como si fuera una victoria. Cuando llegué a mi escuela unas horas más tarde, casi no teníamos tiempo para averiguar sobre lo que teníamos que votar. A las 4 de la tarde, estábamos votando. Incluso nuestro representante sindical realmente no sabía mucho sobre el trato y no pudo responder nuestras preguntas.
Voté a favor del acuerdo porque realmente quería volver a la escuela. Pensé que era genial que finalmente tuviéramos un contrato, que no teníamos hace 2 años. El tamaño de la clase era un problema importante y el contrato lo estaba abordando. Más recursos estarían disponibles. Más medidas hacia menos evaluaciones. Fue un buen comienzo. Lo más importante es que finalmente teníamos un contrato.
Pero, cuando llegué a casa, comencé a cuestionarme, especialmente cuando hablé con otros maestros. Ninguno de nosotros tuvo tiempo de pensarlo o entender por qué votábamos. Pienso que muchas personas se están cuestionando ahora porque todo fue tan apresurado.
Me sentí como un títere a lo largo de esta prueba. UTLA y LAUSD (Distrito Esclar Unificado de os Angeles) no siempre fueron transparentes y nadie sabía lo que estaba pasando. LAUSD nos entretuvo mientras UTLA llamaba la atención. Me sentí jugado. Me pregunto, ¿valió la pena esta huelga? ¿Ganamos lo suficiente? ¿Valió la pena los días que estuvimos fuera y el aprendizaje que nuestros estudiantes perdieron? ¿Valió la pena los días que llevamos sin pagar? No nos pagaron por los días que estuvimos en huelga, lo cual fue un gran error".
El descontento con el acuerdo al que se llegó, así como el proceso, se hizo eco en la página de Facebook de UTLA, donde casi no hay comentarios positivos sobre el acuerdo.
A pesar de las quejas en las redes sociales, según los dirigentes sindicales, la votación a favor del contrato por parte de los docentes y archivadores fue abrumadoramente a favor de poner fin a la huelga.
Sin embargo, muchos maestros admiten que sus condiciones de trabajo y las condiciones de aprendizaje de los estudiantes aún son inaceptables. Los enormes tamaños de las clases seguirán caracterizando a las escuelas de Los Ángeles y no se han tomado medidas inmediatas para frenar la expansión de las escuelas autónomas. California es la quinta economía más grande del mundo y alberga corporaciones masivas dirigidas por las personas más ricas del mundo. Mientras tanto, los salones de clase de Los Ángeles todavía tendrán más de 36 estudiantes por aula.
Está claro que la huelga de maestros de Los Ángeles le ha dado impulso e inspiración a luchas de otros maestros en todo el país. Como parte de la ola de huelgas de maestros que comenzó en West Virginia, seguida por Oklahoma y Arizona, la huelga de maestros de Los Ángeles fue la primera en realizarse en una ciudad importante: la segunda área metropolitana más poblada del país. Durante la huelga de maestros de Los Ángeles, los maestros de Oakland también participaron en una movilización de un día y están discutiendo más acciones de huelga. El martes, los maestros de Denver votaron abrumadoramente a la huelga por primera vez en 25 años. Mientras tanto, los maestros de Virginia también están discutiendo ir a paro.
En última instancia, estas huelgas muestran que las luchas de los trabajadores tienen el poder de ir por demandas más profundas además de las salariales; pueden ayudar a dar forma a la sociedad de manera más amplia. Como dijo Moreno-Massa:
“La huelga fue dura, la verdad que fue emocionalmente agotadora. Todos los días llegaba a casa y solo lloraba. Nos levantamos temprano todas las mañanas para caminar por los piquetes a las 5:30. En Los Ángeles no llueve mucho, y la gente odia salir bajo la lluvia, pero estuvimos allí todos los días. Estábamos allá afuera caminando por la línea de piquetes, y luego allá afuera en las reuniones, miles de nosotros. Esa unidad realmente fortaleció nuestra causa ... Y eso es lo que realmente voy a recordar de esto. La experiencia de todos nosotros, los maestros, luchando por la educación ".
Traducción: Gloria Grinberg |