Varios cientos de personas llenaban a las 18.30 la calle Comte Borrell de Barcelona en una concentración en repulsa al ataque nazi y LGBTIfóbico que sufrió el centro LGBTI de Barcelona la pasada madrugada del domingo, un local de varias asociaciones LGBTI de la ciudad que llevaba abierto una semana. El centro ha sido vandalizado con pintadas en las que se puede leer "Estáis muertos", "Fuck LGBTI", símbolos nazis y los cristales rotos.
Los ataques fascistas a locales y sedes sociales y políticas LGBTI son una forma de actuar con nocturnidad, destrozos y amenazas que tiene un largo recorrido desde los primeros años de las luchas por la diversidad sexual hasta nuestros días sin interrupciones. Sin embargo es más habitual en el ámbito LGBTI encontrar cientos de casos de palizas callejeras cada mes por parte de estos mismos grupos, con un amplio historial de impunidad, en lugar de ataques a locales.
En tiempos de reacción antifeminista, homófoba y xenófoba que enarbolan sectores de la extrema derecha para capitalizar electoralmente, estos ataques se multiplican. Al mismo tiempo, la pelea no pasa solamente por resistir este tipo de ataques, sino también por luchar por una sociedad sin opresión heteropatriarcal ni opresiones raciales ni sexuales, ni explotación de ningún tipo.
Hoy en día, cuando miles de personas LGBTI son asesinadas por dentro y fuera de la ley en todo el mundo, concederle a los Estados capitalistas confianza y rol de árbitro sobre nuestra seguridad a cambio de cierta tolerancia es una estrategia que muestra cada vez más sus límites.
Es necesaria la lucha por la completa transformación de la sociedad, por la abolición del patriarcado y el capitalismo que lo retroalimenta, es momento de acabar con el machismo, la LGBTIfobia y la opresión de la disidencia sexual. |