La actual crisis en la educación pública de la que ha sido parte la UOH se reafirma hoy con nuevos antecedentes, que demuestran que los despidos injustificados de académicas, funcionarias/os y profesores no son hechos aislados, representan una política sostenida de utilización del despido como un aleccionador a los trabajadores que son críticos, lo vemos como lo aplica el gobierno de la derecha, los empresarios de la educación y las autoridades “del legado de Bachelet” como en la universidad de O’Higgins.
Este lunes 28 de enero estaba fijado el litigio de la profesora Karina Bravo por el recurso de protección presentado en la Corte de Apelaciones de Rancagua, esto a raíz del despido injustificado que sufrió de parte de la universidad estatal. Litigio que no se realizó y termino aplazándose sin fecha programada porque la Corte pidió más documentos a la universidad.
Al mismo tiempo se informaba a la comunidad UOH que María Burrone asume como directora del Instituto de Ciencias de la Salud en reemplazo de Rubén Alvarado. Ambos implicados en la denuncia por acoso laboral de parte de la académica Karina Bravo, quien posteriormente fue evaluada por los implicados terminando en su despido y el de su colega Vania Figueroa.
Nuevamente vemos como el nepotismo cobra vida dentro de esta institución pública, designándose autoritariamente, sin siquiera un concurso público. Al asumir este cargo aparte de continuar siendo directora de la Escuela de Salud, será este año directora del instituto de ciencias de la salud de la universidad, puesto dejado por Rubén Alvarado quien a su vez tendría asegurado un puesto como nuevo director de la “Escuela de Salud” en la Universidad Central.
Las y los estudiantes de la universidad central al conocer la noticia de quien sería la nueva autoridad e informándose sobre los autoritarios actos que cometió en la UOH se organizaron respondiendo al instante que no dejaran que se concrete esta decisión, así como también con la serie de medidas de “reestructuración”, que ha puesto cierre a 4 de las 9 facultades que tenía esta casa de estudios.
Deben ser estudiantes, docentes y funcionarias/os quienes frenen el avance de los despidos en la educación y se sean un factor clave para la transformación de un sistema que hoy en día con más de 500 despidos nos golpea dejando en la calle y precarizando la vida a las y los trabajadores de la educación y sus familias. |