Este malestar no es algo nuevo para las manipuladoras de alimentos, ya que vienen manifestándose desde noviembre del año pasado, en la provincia de Osorno, donde se llamaba a Junaeb a que la empresa que asumiera los servicios de licitación contemplara el pago de gratificaciones en los salarios. Cabe mencionar que el sueldo promedio en Chile de un manipulador/a de alimentos es de 290.532 pesos, según informa el portal de empleos Indeed.
En la jornada del jueves convocaron a manifestación nacional, así que probablemente se vuelva a escuchar “a puro pan, a puro té, así nos tiene Junaeb”, porque no son solo los salarios precarios los que afectan a las trabajadoras, si no además la doble precarización que viven al ser un sector subcontratado.
Por ello la precariedad a la que son víctimas las manipuladoras de alimentos, es un problema que debe abordar el Estado con el fin de considerar a las funcionarias como trabajadoras de la educación, ya que son parte fundamental en el proceso educativo alimentando a cientos de jóvenes en las escuelas y liceos. |