Entre lo más granado del IBEX35 destacan algunos principales agentes del capital imperialista del Estado Español en Venezuela y el resto de América Latina, con un largo historial de beneficios, intereses, áreas de influencia en sus “currículums golpistas”.
Además de grandes corporaciones, como el BBVA, Santander o Sacyr, destacan los casos del Grupo PRISA, el mayor conglomerado mediático en castellano, y de Repsol e Iberdrola, dos de las energéticas con mayores intereses en el petróleo venezolano y habituales puertas giratorias de políticos españoles a favor del golpe.
Para saber más:
Grupo PRISA, el poder de los medios
Este gigante de las comunicaciones tiene importantes intereses en Latinoamérica en una vasta red que va desde Argentina a México.
La familia Polanco tiene inversiones cruzadas con el grupo Cisneros que constituye el grupo mediático más grande de Venezuela. Controla la cadena Venevisión, parte de Vía Digital (actualmente dentro de Sogecable) y otras empresas de comunicaciones de capital venezolano. Cisneros también le proporciona presencia a PRISA en el Grupo Latino de Radio, Caracol Radio, entre otras.
Los contenidos que gustan a PRISA en Latinoamérica destacan por el uso de fake news, como en el caso de su implicación directa en el fallido golpe de Estado de abril de 2002 contra el presidente venezolano Hugo Chávez, cuando estos medios plantearon una guerra abierta al gobierno jaleando los excesos de la reacción venezolana más violenta. La razón más obvia para este ’currículum’ está en que no obtenían los beneficios que esperaban bajo los acuerdos con el gobierno chavista.
IBERDROLA: ¿El retorno con la Venezuela de Guaidó?
Iberdrola participó en importantes proyectos de electrificación en Venezuela de los que obtuvo grandes beneficios (1500 millones de euros) por la construcción de una central de ciclo combinado). En 2013 la compañía anunció que saldría de Venezuela por “discrepancias” con los pagos que le hacía el gobierno venezolano de Maduro.
Estas desavenencias y la posibilidad de contar con un gobierno más “amigable” presidido por Guaidó hace de la multinacional española un candidato interesante a favorecer la intervención capitalista en la zona, “en recuerdo” de los millones que podrían haber llenado su cartera.
REPSOL: volando en círculos sobre el petróleo latinoamericano
Los intereses de la petrolera española Repsol están centrados en la explotación de crudo (8,8 millones de barriles diarios según los datos de la empresa), 42,6 billones de pies cúbicos de gas y controla un total de 8 bloques de explotaciones petroleras en Venezuela. Entre sus explotaciones destaca el Proyecto Perla en Cardón IV, uno de los mayores yacimientos descubiertos por Repsol que espera producir 1200 millones de pies cúbicos de gas al día.
Desde 1993 Repsol fue expandiendo su capital imperialista en Venezuela a través de múltiples proyectos asociados a otras empresas de capital venezolano y extranjero como Eni, Quiriquire Gas, Corporación Venezolana de Petróleo (CVP, empresa estatal de especial relevancia), Ypergas y otras empresas extranjeras.
Siguiendo las formas de expansión tradicionales del capital imperialista Repsol realiza acuerdos con el capital de otras potencias de mayor peso que el Estado Español y con capitalistas locales, especialmente el que mantiene con la Corporación Venezolana de Petróleo, empresa pública controlada por el gobierno de Venezuela que está asociada a Repsol en varios proyectos.
En el caso de Repsol esta renegociación de su parte del botín se hace especialmente importante pues lleva más de un año saneando sus cuentas en Venezuela, mientras la empresa afirma que apuesta por su negocio allí.
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Los representantes del capital imperialista del Estado Español: viejos conocidos
Con el anuncio de apoyo a Guaidó, Sánchez se pliega a la política de Pablo Casado del PP, Albert Rivera de Ciudadanos y Santiago Abascal de la ultraderecha de Vox, que fueron los primeros en exigir al gobierno del PSOE que siga el camino de Trump y reconozca a Guaidó como “presidente legítimo” de Venezuela. Es decir, seguir la política del imperialismo norteamericano y la derecha golpista venezolana cuyo programa no es otro que fortalecer el saqueo a los recursos del país latinoamericano, haciéndole pagar al pueblo más y mayores miserias con medidas de ajuste neoliberal y privatizaciones.
En el Estado español, un país imperialista que históricamente ha expoliado los recursos de América Latina, es urgente que los partidos de la izquierda, los sindicatos y movimientos sociales impulsen la movilización antiimperialista. |