El llamado “capitalismo de plataformas” llegó a Córdoba hace unos meses y cambió el paisaje urbano. Cientos de jóvenes se desplazan por toda la ciudad en bicicleta (o una moto, con mucha suerte) llevando pedidos de acá para allá.
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Frente a la falta de trabajo en blanco, las empresas de delivery ofrecen una salida “sin jefes y sin horarios fijos”. Tampoco hay salario fijo, obra social, aportes jubilatorios, ART ni sindicalización. Ni siquiera hay una relación de dependencia con la empresa, sino que los y las jóvenes pasan a ser “colaboradores independientes”. Lo que ocultan las páginas de Rappi, Glovo, Pedidos Ya y otras es que cada viaje deja una ganancia de solo $ 40 y que no importa si llueve o hace 40 grados a la sombra: para cobrar hay que pedalear.
La juventud cordobesa no quiere resignarse a vivir como mano de obra barata, ni de estas “nuevas” formas de explotación capitalista ni de ninguna otra. Por eso desde el PTS-FIT proponemos repartir las horas de trabajo entre quienes lo necesitan y por un salario mínimo igual a la canasta básica familiar. | 
