El último día de enero venció el acuerdo que el SMATA y la gerencia de GM celebraron en septiembre pasado, que establecía suspensiones rotativas de todo el personal cobrando un 30% menos del básico salarial y sin premios.
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Esta semana el sindicato y la empresa acordaron nuevamente un esquema de suspensiones rotativas para todo el personal hasta fines de abril, el cierre de la planta durante la primer semana de mayo y durante todo el mes de julio. En esta ocasión las suspensiones también serán con rebaja salarial. Además el sindicato avaló que la patronal disminuya los aportes sindicales y de la obra social.
Por otra parte, si bien un punto del acuerdo establece que la empresa "se compromete a no realizar despidos sin justa causa" hasta diciembre de 2020, en otro de los ítems se dispone la apertura de un "plan de retiros voluntarios" hasta la misma fecha. Es decir que GM puede realizar despidos encubiertos mediante esta modalidad, que no tiene nada de voluntaria.
Mientras el gigante automotriz lleva adelante suspensiones y un plan de catorce mil despidos en Estados Unidos y Canadá, se conoció que durante el último trimestre de 2018 obtuvo ganancias récord en su país de origen. Según informó la compañía, en ese período obtuvo un beneficio neto por 2.040 millones de dólares. Está claro que no hay ninguna crisis que justifique los ataques de GM a los trabajadores, tan sólo un ansia de obtener mayores ganancias a costa de la precarización y la superexplotación laboral. | 
