Los rumores de la ruptura resonaban desde diciembre pasado, cuando el expresidente mexicano Enrique Peña Nieto (PRI) terminó su mandato. La actriz Angélica Rivera concluyó su papel como esposa apenas después.
Rivera confirmó el divorcio este viernes, vía redes sociales. Así llega a su fin una historia “rosa”, fraguada en las entrañas de Televisa. Una historia fue parte de la construcción de la imagen de Enrique Peña Nieto para el retorno del PRI al poder.
La boda se había realizado en noviembre de 2010, cuando él era gobernador del Estado de México, y lo estaban promoviendo como figura del PRI. Ella era una famosa actriz de telenovelas, y de una de éstas, Destilando Amor, le quedó su sobrenombre La Gaviota, por el personaje que interpretaba.
Para 2012, con el movimiento juvenil #Yo Soy 132 –catalizador del descontento contra las prácticas fraudulentas del PRI y la antidemocracia– como telón de fondo, Peña Nieto obtuvo la presidencia y se mudó con Rivera y los hijos de ambos a la residencia oficial de Los Pinos.
El intento de construir la imagen de una familia perfecta mostró grietas con desencuentros públicos entre ambos. Pero más que nada, sus vidas de ostentación y los escándalos de corrupción signaron la impopularidad del matrimonio.
Fue el escándalo de la Casa Blanca de 2014 el principal hito en la trayectoria del expresidente y su ex esposa. Se reveló entonces que Rivera había comprado una mansión al dueño del Grupo Higa, una constructora ampliamente beneficiada con contratos del gobierno. Se desató la ira en las redes sociales y en la calle todo el mundo repudiaba el hecho. Rivera salió a dar explicaciones y resultó peor la medicina que la enfermedad. Peña Nieto se disculpó públicamente, pero su riqueza mal habida ya había desatado la indignación pública.
Se combinó con el coraje que provocó la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el 26 de septiembre de ese año, y el desgaste del PRI y de todos los partidos patronales se aceleró. Era el comienzo del fin para Peña Nieto y su consorte adicta a las compras en Miami, los viajes en aviones oficiales, las joyas y las mansiones.
La cereza del postre: tras la salida de Los Pinos del matrimonio, se registró un faltante de cuadros, muebles y artículos cuando se hizo el traspaso de poder. La Gaviota es una de las sospechosas. El otro, Peña Nieto. | 
