La convocatoria la haría Pedro Sánchez la semana próxima, según informó Efe. Para que las elecciones puedan realizarse en menos de dos meses, el Gobierno debería disolver las Cortes (Parlamento) el próximo 19 de febrero.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, baraja el 14 de abril como fecha para convocar elecciones generales en el Estado español, apenas un mes y medio antes de los comicios europeos, municipales y autonómicos del 26 de mayo. La agencia Efe asegura que la información llegó desde “fuentes del Ejecutivo”.
La posible convocatoria el 14 de abril, Domingo de Ramos y aniversario de la proclamación de la Segunda República Española, obligaría al Gobierno a disolver las Cortes y convocar las elecciones la semana que viene, el próximo 19 de febrero, para cumplir los 54 días que establece la ley.
Esta posibilidad se produce en un escenario de incertidumbre por la aprobación de los presupuestos generales del Estado de 2019, cuyas enmiendas a la totalidad se debaten a partir de mañana en el Congreso y de un claro distanciamiento del Ejecutivo con los partidos independentistas catalanes.
A ello se suma la manifestación de la derecha y la extrema derecha celebrada ayer domingo en Madrid en demanda de elecciones anticipadas convocada por el PP, Cs, Vox y varios grupos de la extrema derecha, en la que reclamaban a Pedro Sánchez que convoque elecciones al grito de “traidor” por haber nombrado un “relator” para dialogar con los soberanistas catalanes.
Fuentes próximas al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, han negado "totalmente" esa posibilidad, asegura El Confidencial. También desde el núcleo duro de los barones del PSOE niegan que el 14 de abril estuviera sobre la mesa. Sería una fecha "precipitada". Sin embargo, la fecha y las especulaciones ya circulan en todos los medios.
El Gobierno de Sánchez cuenta con perder la votación del presupuesto el próximo miércoles, después de la ruptura de las negociaciones con los independentistas catalanes desde el viernes pasado. Por ello el anuncio tiene todos los rasgos de una maniobra política.
Una operación de presión in extremis para generar incertidumbre entre las formaciones independentistas catalanas con un posible retorno de la derecha al poder -justamente un día después de la desangelada pero muy publicitada marcha de la derecha y la extrema derecha el domingo-, que promete activar de inmediato un nuevo 155 para “poner orden” en Catalunya.
Al mismo tiempo, sin embargo, el Gobierno de Sánchez es víctima del creciente desgaste político, que según todas las encuestas se acrecentaría tras los resultados de las elecciones municipales y autonómicas previstas para el 26 de mayo. En ese marco, también crece la posibilidad del “superdomingo” electoral, aunque algunos asesores lo ven un error y lo desaconsejan.
A un día del inicio del juicio a los presos políticos catalanes y en un clima de creciente tensión, la dinámica política se polariza cada vez más y ningún escenario queda descartado. |