La expectativa era suprema, lo mejor que podía ofrecer un campeonato tan deslucido como la Superliga era sin dudas un duelo entre el campeón de América y el equipo puntero desde las primeras fechas. River y Racing estaban a punto de poner a prueba todo su potencial y las formaciones, con sorpresas como la ausencia de Ricardo Centurión en el once titular del cuadro de Avellaneda, daban cuenta de estas intenciones.
El inicio de la primera etapa mostró al equipo de Gallardo presionando a la Academia, provocando así la confusión de defensores y mediocampistas en cada salida desde el propio campo. A pesar de lo cortado y friccionado de los primeros minutos, el local tuvo la primera chance en los pies de Rafael Santos Borré, que en soledad definió mal, luego de un buen lanzamiento de Milton Casco, que rompió la línea defensiva de su banda izquierda.
El equipo de Coudet no pudo demostrar dinamismo desde sus volantes, por lo que las pocas acciones que insinuaron peligro al área local vinieron gracias a los laterales, consiguiendo tiros de esquinas que pudieran complicar a un Millonario que sufre cada vez que tiene que contrarrestar una pelota parada. Pero no había mucho más y esto quedó demostrado cada vez que Lisandro López se veía obligado a retroceder para tener contacto con la pelota.
Llegando a los treinta minutos, en un encuentro malo, con poco fútbol y prácticamente sin llegadas, Juan Fernando Quintero recibió una infracción a unos cinco metros del vértice izquierdo del área visitante. Cuando todos pensaban que a continuación venía el centro buscando un cabezazo que abra el marcador, el “Diez” colombiano sorprendió con un zurdazo violento que venció la humanidad del arquero Gabriel Arias, y fue él mismo quien puso el 1 a 0. Otro golazo de Juanfer para el recuerdo y la oportunidad de que empiece un partido diferente. Los de Gallardo, gracias a un contraataque liderado por Borré, tuvieron la posibilidad de estirar la ventaja, pero desperdició la chance rematando afuera. La primera etapa no mostró más que esto: un duelo muy trabado, sin juego, donde la única chance de entregar otra faceta podía llegar a partir de una genialidad como la que ocurrió.
¿Qué pasó en el inicio del complemento? Gracias a la ventaja a favor, River se soltó más. Racing, con Darío Cvitanich y Zaracho en lugar de Cristaldo y Neri Cardozo, intentó cambiar la pobre imagen que dejó en la primera mitad. Por su parte, el equipo de Núñez demostró solidez, entre otras cosas, no permitiendo que el rival ponga en riesgo la valla de un Armani que hasta el momento casi que no había tenido participación.
Con un argumento casi similar al de los cuarenta y cinco iniciales, River llegó al segundo gol, que fue de Alejandro Donatti en contra, luego de una entrada de Casco donde remató al cuerpo del mismísimo defensor. De ahí en más fue todo del Millonario. A pesar de los cambios obligatorios por lesión, donde salieron Quintero, Javier Pinola y Enzo Pérez, e ingresaron De La Cruz, Robert Rojas y Leo Ponzio, los dirigidos por Gallardo fueron los dueños absolutos de todo lo que acontecía en el césped del Monumental. A los de Avellaneda no les alcanzó ni con el ingreso de Centurión, que se suponía, podía generar peligro a partir de su técnica y verticalidad. Pero nada de eso ocurrió: Racing había recibido el toque de gracia y se sabía derrotado.
Con la expulsión del ex River Augusto Solari, luego de una fuerte entrada a Casco que le valió la segunda amonestación, el partido había perdido su razón de ser. Fue un monólogo, el puntero estaba deslucido y el campeón de América manejó el trámite a su gusto, con alguna que otra llegada que pudo ser el tercer tanto, toques y lujos que deleitaron al público que visitó el Monumental en la tarde noche del domingo. Las dudas que mostraron los jugadores de Racing y el planteo “especial” dispuesto por Coudet le quitaron la naturaleza a un equipo que venía marchando con triunfos en las últimas fechas, aunque con un nivel diferente al de la primera mitad de la Superliga.
De esta manera, el traspié sufrido por el equipo de Avellaneda en su visita a Núñez no hace más que agregarle incertidumbre a un torneo que en el día lunes puede tener dos punteros, si Defensa y Justicia derrota a Argentinos Jrs. en Florencio Varela. En River se están lamentando por los puntos perdidos a comienzos de año, que lo ubicarían sin dudas entre los aspirantes al título. Seguramente tendrá que conformarse únicamente con conseguir la clasificación directa a la Copa Libertadores del año 2020. |