La Corriente Federal de Trabajadores (CFT), que nuclea a Bancarios, Aeronáuticos, Televisión, Gráficos, Curtidores y Judiciales, es el ala del sindicalismo peronista más ligada el kirchnerismo. Por eso muchos medios fueron a la conferencia de hoy con expectativas de escuchar duros anuncios.
Pero un párrafo alcanza para entender las aspiraciones de la Corriente: “Exigimos la convocatoria a un Comité Central Confederal y a un plenario de Regionales para confeccionar un plan de acción que puede contener un paro. Hasta que se den esos encuentros debe haber un acompañamiento real a los gremios en conflicto”. Por las dudas, Héctor Amichetti insistió en que “no formamos parte de la conducción, pero somos orgánicos”.
Lo primero que uno siente es que a esta conferencia ya la había visto antes, que ese discurso ya lo había escuchado: que para resistir los ataques que sufrimos hay que seguir los burocráticos trámites orgánicos de la CGT, allí donde la Corriente va a pedir un "plan de acción" que puede contener un paro. O no. Y mientras tanto “acompañemos” a quienes están en conflicto.
Pero entre reunión y reunión de la cúpula de la Corriente, los empresarios, Macri y el FMI siguen adelante con su “plan de acción”. De hecho, hace pocos días La Nación dejó en la calle a todos sus obreros gráficos, enrolados en la Federación Gráfica que es parte de la CFT. No hubo ni “plan de acción”, ni paro, ni siquiera “acompañamiento” de quienes hoy le hablaron a la CGT. Y eso que era la corpo, gorila y derechista de La Nación. ¿Qué hubiera pasado si se paraba la impresión de todos los diarios, si había medidas solidarias en bancos, aeropuertos, transportes, medios y muchas industrias? El conflicto de C5N es otra oportunidad para poner en marcha un plan de acción en defensa del salario y los puestos de trabajo.
Sobre el caso de La Nación, los diputados de Unidad Ciudadana que son parte de la Corriente dijeron en la conferencia que ya presentaron un pedido de informes al secretario de Trabajo ante semejante ataque. No va a quedar así nomás.
La conferencia dejó dos cosas más. Por un lado, Eduardo Berrozpe (Bancarios) dijo que “harían bien las actuales autoridades en plantear una renovación de cargos”. Así confesaba uno de los objetivos que la Corriente comparte con Pablo Moyano. Más que disputarles la conducción a gordos e independientes, el reclamo se parece a un reparto “más justo” dentro del sindicalismo peronista en medio del año electoral.
Por último, la Corriente avisó que se encuentra “muy activa”: esta semana apoyará la marcha del “triunvirato piquetero” y en marzo otra en defensa de la “industria nacional”.
Muy diplomática, muy orgánica, poco combativa: así se podría definir la política de la referencia kirchnerista dentro del sindicalismo peronista.
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