La artista se presentó en el centro cultural “La casa de las locas” con un show íntimo recordando su trayectoria. También tuvo lugar parte de su trabajo nuevo: “La Traviarca” dedicado a Lohana Berkins, que saldrá en los próximos meses.
La noche del 26 de enero, mes de calores agobiantes y lluvias intensas, fue distinta. La belleza de la poesía irrumpió para ahuyentar la muerte. Muerte que se ha ensañado con la disidencia, muerte que engorda sus bolsillos y que esconde bajo la alfombra a las miles de mujeres, trabajadorxs sexuales, travas, trans, y a todo el colectivo, demás está decir a toda la humanidad. Pero aquí vamos a detenernos en esta hermosa travesti que acaba de desplegar sus alas. Abro mis ojos y ahí está evocando una copla/baguala desde lo más hondo de su corazón travesti, de su amor travesti, de su felicidad y su furia travesti. Hay quienes adoran ese best seller que asegura que un tal Jesus convirtió el agua en vino. ¡ilusos! Susy Shock, señorxs, fabrica arte con el horror. El bullicio que soslayaba el lugar se disipó ante la cálida voz de Susy, galopeando sobre su caja por un sinfín de montañas, de cielos, de esquinas. La poesía tuvo su lugar entre las canciones mientras leía sobre si, clavada sobre si, voluptuosa ella, mezcla de tsunami emocional y colibrí.
Nacida un caluroso 6 de diciembre de 1968 en Capital Federal, dio sus primeros pasos en el teatro y aquel mundo sobre tablas fue su hogar y de allí nunca se fue. Hoy en día es escritora, poeta, música, activista y en su último libro Crianzas nos relata con la sensibilidad que la caracteriza lo que es ser una tía trava, cada partícula de sí, es arte trans, trava y sudaka.
Una hora y media donde se fue amalgamando la intensidad del amor, la empatía de sanar viejas heridas y la combatividad de vivir una vida que merezca ser vivida. O mejor dicho “el amor es eterno aunque dure un solo día, escribía en su libretita de sueños guerrilleros”, la Loretta enamorada, aventurera, que enseñaba “ese liceo de la calle que hicimos todas, algunas mas despiertas, otras mas opacas, pero siempre atendicimas a sus relatos de lengua viva, ratona de las vías, dueña de lo húmedo, esa gota que hay que saber sacar para no morir, ni de hambre, ni de soledad, ese tacto de mascarilla, ese husmear de eternidad del anden de los cuerpos grises de todos los días.”
Seguido a eso se escuchó como si cada palabra fuera un abrazo puesto de manifiesto en la baguala que surgía desde lo intimo del pecho hasta alzarse con esplendor: “No soy para darle penas, soy para darles temor porque si dicen mentira furia travesti les doy. Ando con todas mis coplas por los caminos del sol, donde muchas maricas me van haciendo la voz por eso mi copla estalla de alegría y de dolor. La pachamama es trava y el diablo es un señor.”
Hablando de la patria, Susy recordó al poeta Cesar Vallejos: “Hay una belleza Valleja tiene César la ausencia del amor y un pupitre alado por donde viaja este continente sin saber de su vuelo un idiota se hace varón y de funcionario solo un paso o dirigente de campo o padre estándar y en la nube del sermón creído es una urraca la Patria.”
La baguala se intercalaba entre las poesías como un hilo conductor, donde la risa y el goce eran parte de un ambiente íntimo sin olvidar las urgencias diarias que se viven día a día y quiénes son nuestros enemigos.
“Vidalita, vidalita contra machitos cabrones. Esos que hacen las guerras capitalismo y dan golpes/ Vidalita contra obispos y patrones. Lo aprenderán de a despacio, lo entiendan a empujones /No es la venganza una amiga es de cantar los dolores/Para que surja otra vida diversidad de a montones.”
Recordando sus años en el teatro lugar que la abrazo desde muy pequeña , dando los primeros pasos en el escenario del cual nunca se bajó, leyó La Risa: “En la inquisición le cortaron las nalgas y hace mas de 30 años le tajearon la cara y todavía no le dan toda la palabra, no vaya a ser que despierte grises y despierte sabia y alumbre el enema que el poder prepara (…) La risa gobierno que quiero, paraíso que busco, muchas veces desencuentro."
En el momento de invitados, Mauricio Sasso nos deleito con dos poemas de su flamante primer libro Media hora antes de la primavera con su particular sensibilidad y su voz seductora comenzó “¿algo tedioso? Escuchar en la radio un partido de futbol un domingo a la tarde. Me gustaba tejer en telar en los finales de los mundiales cuando jugaba argentina y pasarme frente a la tele preguntando ¿Qué están mirando? los mundiales siguen vociferando que estoy desubicada, la vida vocifera desubicaciones y yo le hago caso.”
Casi a dúo leyó con Morena García, poeta rosarina, una hermosura de historia que ningún complot familiar, ni nadie pudo evitar: “A los 11 estaba empachada sabía que no pertenecía a ese antro de bestias normales, comunes como aquellas bolitas, me fui, me echaron, me abortaron de todos los lugares posibles. Me encontré al mismo tiempo en todos lados, marcaba lugares que solo habitan las almas, las invisibles, y así en las brasas de las luces de esa casa donde habitaba ese dios omnipresente, que allí estaba peregrinando un 24 de diciembre hacia ningún lado, detalles y pormenores de una samaritana del amor. A los 17 conocí otros especímenes como yo apiñadas, juntitas en una esquina convocada por esa luz naranja que salta del mercurio, algunas de una belleza hegemónica, otras enfundadas y encorsetadas a la fuerza para parecerlo pero todas exquisitas, soñadoras, parias, montadas, subida a autos y bajadas, presas locas, copeteadas, fumadas, duras y acabadas consumidas sacadas operadas y vueltas a acabar. Pero por mi nacimiento yo solo disfrutaba verlas danzar para matar el frió, al sol de una cumbia riendo tejiendo mañanas pequeñitas. Yo sentía algo en el pecho que se acumulaba. Entre decenas de modelitos en todo el espectro visual y postizos canecalon. Una noche trava grande de 47 años, la matusalen de nuestro mitin, al verme decirle a otra de lo feliz que me sentía de esa sensación en mi pecho que paso a ser brazas de corazón en llamas, me tomó el mentón, recién afeitado, y me dijo Marisa que en nuestro propio lenguaje el carrilche significa marica, eso que sentís es orgullo, orgullo trava, y fue a fundirse detrás de otro cambio de ropa y ahí comprendí todo, todo apocalipsis, todo llanto del bueno, ella rompió mi crisarida y yo la mastique la trague y escupí en la cara de ese dios que reparte amor y mejillas omnisapiente para juzgar y impotente para amar.”
Las cartas al poder a Piter Robledo y a Magnetto, le puso nombres y apellido a los que viven a costa de todes nosotres: "Nosotras no somos tu colectivo, tu comunidad, tenemos ese derecho trava, torta, marica de admisión porque ser gay es un dato solamente cuando terminas invitando a los neonazis a la rosada(…) en esta selva como hay jerarquías, también hay clases sociales y nosotras somos la sucias, las enojadas, las vengativas, las hediondas, las alzadas y por suerte nunca estarás a la bajura nuestra (...) Posdata 2: en tu caso feminizarte es mirtalegranizarte o Valeria mazanizarte nunca violeta parranizare o lohana berkinizarte, ni ahí.”
Para finalizar y dejarnos embelesados a todes buscando sanar esa infancia muchas veces negada, la oda al beso y el canto que sale del pecho para recordarnos la importancia de juntarnos:
“Besarse delante de la foto del niño que también fui (y sentir que me hace un guiño para que siga, que no pare, que no interrumpa, porque le gusta ese beso…) besarse sabiendo que nuestras salivas arrastran besos denegados/opacados/ apagados/ cercenados/ mutilados/hambrientos/ que no son solo los nuestros que tus labios y los mios mientras rajan la tierra la construyen y hay una historia de besos que el espanto no ha dejado ser y que por eso te beso les beso, las beso, me besas, besaremos por eso el beso"