Tras más de dos años del gobierno de Donald Trump, en la noche de este lunes 11 de febrero tanto republicanos (partido del presidente estadounidense) como demócratas acordaron liberal parte del presupuesto para la construcción del ignominioso muro fronterizo.
Así se evidencia la falacia de la "defensa" demócrata de los migrantes, que cuando gobiernan también deportan y persiguen, como sucedió con Barack Obama, que batió el récord de deportaciones durante sus administraciones.
Ahora, sin embargo, falta que el Senado y la Cámara de Representantes del país del norte aprueben la iniciativa de ley antes del cierre de gobierno este viernes 15 de febrero, que ya ha sido el más largo de la historia y que a costado duros golpes políticos al presidente como el paro de operadores de La Guardia de Los Ángeles, que fueron la muestra del descontento de 800 mil empleados federales que estuvieron sin cobrar tras las bravuconadas políticas del presidente.
Y aunque se apruebe la iniciativa en las dos cámaras, Trump tiene que firmar el proyecto de ley para que sea puesto en función, cosa que no ha negado como posibilidad, pese a estar en contra del proyecto de ley, pues no otorga los más de 5 mil mmd que pedía para la construcción del muro.
De verse aprobada esta iniciativa permite a la administración de Trump negociar un mejor acuerdo para la siguiente partida fiscal y avanzar con su plan de seguridad fronteriza, pues también han sido liberados 1700 mdd para fortalecer a los cuerpos de seguridad que patrullan la frontera sur de Estados Unidos.
Es notorio pues, que tanto al interior del partido republicano como de la administración oficial hay posiciones que no encajan del todo con las del mandatario estadounidense, que pese a haber recibido una importante derrota con la reapertura del gobierno y tener una conquista parcial con el presupuesto de seguridad fronteriza, aún mantiene su posición retórica de atacar constantemente todo tipo de derechos de los migrantes y las minorías.
En un discurso este martes 12 de febrero frente a sus simpatizantes en Texas, el presidente aseguró que a pesar de todo construirán el muro. Todo lo anterior se suma a la remilitarización de la frontera anunciada la semana pasada y a una serie de declaraciones xenófobas frente a los nuevos éxodos migrantes que han partido de Centroamérica, atravesando México y que tiene como intención entrar a Estados Unidos. |