El mes pasado tras ser conocidas las declaraciones en Fiscalía del general en retiro de Carabineros Mauricio Vittoniano, que daban cuenta que Chadwick tuvo conocimiento desde un inicio que Catrillanca estaba desarmado y de que no hubo enfrentamiento; se reactivó la oposición, gran parte de ella con declaraciones solicitando la renuncia del ministro del Interior, y conformándose un comité técnico jurídico para evaluar la acusación constitucional.
Cabe recordar que desde un inicio la estrategia del Frente Amplio para enfrentar el caso Catrillanca, consistió en buscar desarrollar una acusación constitucional por sobre la enorme fuerza de movilización de los organismos que dirigen como el Confech o el Colegio de Profesores.
Para poder llevarla a cabo esta política requieren 75 votos parlamentarios, la oposición cuenta con 83, de los cuales 14 son de la DC, por lo tanto, su línea consistió en buscar un amplio acuerdo de los partidos de la oposición incluyendo la DC, quien cumplió un rol de salvataje en la crisis del gobierno con una serie de acuerdos con la Moneda.
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Por tanto, la comisión representaba políticamente para el FA la posibilidad que por la vía de la estrategia de la “unidad de la oposición” y la acusación constitucional conjunta se lograría encontrar la responsabilidad política del gobierno en este asesinato. Pero esa posibilidad vuelve a diluirse: la comisión pidió más plazo y se hacen evidentes los desacuerdos en la oposición.
A tres meses del asesinato de Camilo Catrillanca, y a un mes del funcionamiento de esta comisión, nuevamente se hace evidente lo estéril de la estrategia de la “unidad de la oposición” y de la acusación constitucional que solo ha servido para que las esperanzas de que se asuman responsabilidades políticas queden en manos de la voluntad de la ex Concertación, y de la DC que le ha votado las leyes al gobierno.
El FA deposita sus amistades en los antiderechos de las mujeres, quienes están manchados con sangre mapuche, más que en la fuerza de la movilización y la unidad de las y los trabajadores, que están siendo despedidos y precarizado; las mujeres; la juventud y el pueblo mapuche; única fuerza social capaz de castigar a los responsables políticos del asesinato de Catrillanca, poner fin a la militarización de la Araucanía y frenar los ataques del gobierno |