Se trata de un hotel de lujo, que cuenta con 100 habitaciones, un auditorio para 500 personas, cinco salas para convenciones, pileta cubierta y terrazas al aire libre con capacidad de hasta 1.200 personas.
De la partida de la fiesta de inauguración fueron varios funcionarios, responsables del ajuste y el hambre que acecha al pueblo trabajador: la vicepresidenta Gabriela Michetti, el intendente local, Julio Garro, y el secretario General de Gobierno bonaerense, Fabián Perechodnik, el secretario de Turismo de la Nación, Gustavo Santos, el secretario de Coordinación e Inversiones Turísticas de la Secretaría de Turismo de la Nación, Sebastián Slobayen y los concejales Ileana Cid, Javier Mon Roig, Claudio Frangul y Julio Irureta, además de personalidades del mundo del espectáculo y la moda.
Las palabras de Michetti expresaron un cinisimo sin límites, al destacar “el esfuerzo que vienen realizando los argentinos en un momento complejo para la economía”, siendo funcionaria de alto rango del gobierno que, junto con los gobernadores peronistas, está descargando la crisis sobre las espaldas de la clase obrera y el pueblo pobre.
“Tenemos un patrimonio arquitectónico extraordinario, un estadio olímpico y pronto un shopping. Ahora sumamos un hotel que hace que nuestra Ciudad sea cada día más linda y moderna. Así es que estamos construyendo la casa que todos los platenses nos merecemos”, fueron las, también cínicas palabras, del intendente Garro.
Slobayen expresó que: “Entendemos que el sector turístico está llamado a ser uno de los más dinámicos del país y el principal generador de empleo; de acá al futuro uno de cada 5 empleos nuevos que se generen va a venir del turismo”. Claro que Slobayen olvida mencionar que este sector se caracteriza por la precarización laboral y que una pequeña minoría social puede acceder a estos lujosos hoteles construidos sobre el hambre de miles de personas.
Y agregó: “Vemos en La Plata un espacio único, con gran potencial y con las condiciones culturales, gastronómicas, turísticas y administrativas para poder ser un centro neurálgico en términos de turismo de negocios, de bienestar y de reuniones”.
Eso es lo que les importa a los funcionarios de este gobierno y a los empresarios: garantizarse las condiciones de seguir amasando millones a espaldas de las necesidad de l@s trabajador@s y el pueblo.
En medio de una profunda crisis económica que golpe al pueblo trabajador, una brutal crisis habitacional para miles de platenses que, entre el pago de los alquileres que aumentaron muy por arriba de los salarios y la inflación general que es escandalosa incluyendo los tarifazos, no llegan a cubrir la canasta de consumos mínimos que para la región de Gran Buenos Aires (GBA) alcanza a $ 39.409,40 al 10 de diciembre de 2018, la inauguración de este hotel es como mínimo una provocación.
En la misma ciudad en la que los negocios inmobiliarios y la falta de obras municipales y provinciales provocaron el crimen social de la inundación en Abril de 2013 con cientos de víctimas fatales y con un juicio a punto de caer garantizando la impunidad de funcionarios y empresarios. En la ciudad en la que cada día cierran comercios porque no pueden sostenerse, en la que el nivel de desocupación es de los más altos del país, el cinismo se viste ostentosamente con lujos, brillos, perfumes al alcance de una ínfima minoría.
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