El pasado martes 19 de febrero de 2019, nuestra comunidad del sector Madre Tierra (casco central de la parroquia La Pastora, municipio Libertador, Distrito Capital) fue, una vez más, testigo impotente de las actuaciones arbitrarias de los cuerpos represivos del Estado venezolano, en particular de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) de la Policía Nacional Bolivariana (PNB). Y decimos “una vez más”, pues los atropellos por parte de las mal llamadas “fuerzas del orden” se vienen multiplicando desde hace años en nuestro sector, como en todos los sectores populares de nuestra amada geografía venezolana, pero, por miedo a las represalias, los vecinos y vecinas se abstienen de denunciar.
En el caso al que nos estamos refiriendo, la vivienda de una de nuestras vecinas y voceras principales del Consejo Comunal Madre Tierra, Carol Yelitza Mujica de Montezuma (C.I.V-10.691.031), fue allanada en la fecha antes indicada, entre las 9 y 10:00 AM, y nuestra compañera, junto con su hijo, Daniel Yemal Montezuma Mujica (C.I.V- 24.999.785), resultó detenida arbitrariamente, con graves acusaciones de narcotráfico. Este procedimiento fue, a todas luces, completamente viciado ya que los funcionarios intervinieron sin orden de allanamiento ni de detención, no movieron ni una silla para conseguir la supuesta droga que se encontraba en el lugar, y se llevaron presos únicamente a estas dos personas, cuando en la vivienda se encontraban otras personas (precisemos que, lógicamente, si se encuentra este tipo de productos ilícitos en un lugar, todas las personas que allí se encuentran son sospechosas y por lo tanto, según el estado de derecho, que no existe en nuestro país, todas deben ser detenidas). Además de esto, les fueron decomisados sus celulares, permanecieron incomunicados durante todo el tiempo de su detención y no se les permitió el legítimo derecho a la defensa. Aún ignoramos cuales son las motivaciones de este grotesco y macabro montaje y quienes están detrás de él, aunque sabemos que esto no va a tardar en conocerse.
Afortunadamente, al día siguiente, Carol y su hijo fueron liberados sin ningún tipo de cargos en su contra, ya que el juez ante el cual fueron presentados no consiguió ninguna prueba que los pudiera involucrar en el delito por el que, supuestamente, fueron detenidos. Esto confirma, pues, que esta detención no fue sino una vil patraña y que las supuestas evidencias del delito fueron sembradas por estos funcionarios, cuyas actuaciones son más las de hampones que de “cuerpos de seguridad”.
Como Consejo Comunal Madre Tierra, pues, repudiamos categóricamente este tipo de procedimientos inaceptables, vergonzosos, violatorios de los derechos humanos más elementales y totalmente contrarios a nuestros preceptos constitucionales. ¡Exigimos que cesen los hostigamientos, las persecuciones arbitrarias y los abusos de poder en contra de nuestras comunidades populares!
Febrero de 2019
Consejo Editorial Madre Tierra. |