“Hacer más con menos”, dijo el presidente. Puede sonar bien, suena a que los altos funcionarios dejarán de ganar decenas de miles o cientos de miles. Suena a disminuir los trámites burocráticos para agilizar la administración, atender con prontitud a las personas y trabajar menos horas. Pero, ¿a qué se refería realmente?
Pues no, aún hay funcionarios que ganan en un mes más de lo que un trabajador promedio puede ganar en 4 o 5 años. Los diputados recién llegaban y se aprobaban bonos y aguinaldos altísimos, al grado de ser grotescos.
Hacer más con menos, bien, descubrí a qué se referían cuando volví al trabajo y hacia mi tarea más las de dos compañeras que se fueron despedidas -por cierto, aún no les avisan, les dijeron que esperaran, que ellos les llamaban. ¡Desgraciados!- . Me quedó claro cuando se me informó que trabajaría también los sábados y cuando agregaron una hora de trabajo a mi jornada sin aumento de salario.
Su "austeridad" significa: mis compañeros sin trabajo y yo con cargas largas y extenuantes. ¿Por qué, si se supone que este gobierno es "de ricos y pobres", somos los de abajo los que nos debemos apretar el bolsillo?
Para ellos, AMLO y sus funcionarios, una hora mía puede no tener valor. Para mí es una hora sin ver a mi familia, una hora sin poder salir al cine o una hora de sueño.
Para hacer mayor el coraje, después me enteré que hubo recortes en áreas de suma importancia como la cultura o la salud. ¡Increíble!, ¡recorte a salud! Como si los trabajadores y el pueblo pobre tuvieran acceso a un sistema digno de salud. Lejos de ello se baja el presupuesto.
¿Quién tendría que cargar con la “austeridad”?
Si tanto les preocupan los egresos del país, pues es sencillo, ¡que todo funcionario público cobre como una maestra! Es grosero e indignante que mis compañeros estén en la calle mientras hay funcionarios ganando cerca de medio millón por mes.
En este país la desigualdad social es grotesca. Mientras más de la mitad de la población vive en pobreza o pobreza extrema, al mismo tiempo hay hombres con fortunas enormes como Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del mundo.
Dicen preocuparse por hacerse de recursos para programas sociales y mejoras necesarias. Se hacen de esos recursos a costa del despido y la disminución salarial, bajando el presupuesto a salud y otras áreas, desapareciendo servicios como las estancias infantiles. Esos recursos tendrían que buscarlos estableciendo impuestos a las millonarias fortunas de las empresas que, a costa del saqueo de la riqueza nacional y la explotación laboral, se generan.
A organizamos por trabajo digno y para que la “austeridad” la carguen los de arriba
Los despidos, el aumento de las cargas de trabajo o la reducción salarial no se viven de manera aislada, es la política de “austeridad” del gobierno federal. Por ello los trabajadores de todas las dependencias han sufrido distintos golpes en este bimestre.
Otro elemento común, que además es clave para que se pase por encima de los derechos de los trabajadores es la precarización laboral. La que a través de la simulación de contratos desconoce la relación laboral, y por ende los derechos de quienes mueven día a día las instituciones de este país.
Si la precarización laboral y las políticas del gobierno son un problema común, la lucha contras éstas ¿no tendría que ser común? Solamente organizados, confiando en nuestras propias fuerzas y en unidad, podremos imponernos contra los despidos de nuestros compañeros, por trabajo digno, por derechos plenos para los trabajadores.
Si quieres más información, puedes escribir al número de whats app: 55 1290 5281
Nuestras familias, nuestras vidas, nuestros sueños, nuestra felicidad, todo eso sin duda vale más que sus ganancias y que cualquier falso plan de austeridad.
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