La titular de la Oficina Anticorrupción, que dirige la archi-macrista Laura Alonso, desestimó una denuncia que afectaba a las autoridades del Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (Renatre) y al ex ministro de Trabajo, Jorge Triaca.
La acusación es por “administración fraudulenta”. Las autoridades de la entidad manejada por el oficialista gremio de los peones rurales (Uatre) y las patronales del campo agropecuarias, están acusadas del desvío de fondos millonarios en contratos hacia empresas fantasmas.
Esa situación fue constatada y denunciada por los síndicos Diego Cimoli y Sara Gatti. El reclamo, elevado ante Jorge Triaca -entonces funcionario nacional- no obtuvo respuesta alguna. Por ese motivo, se elevó la acusación ante la Oficina Anticorrupción, que ahora acaba de cerrar la investigación.
El organismo que dirige Alonso se justifica señalando que el “el caso bajo análisis no se circunscribe dentro del ámbito de actuación de esta OA”. El argumento no es atendible. Se trata de un ente descentralizado de carácter público.
La denuncia implica también a Abel Guerrieri, que presidió el organismo hasta finales del 2018. El hombre, que era un representante directo de la Sociedad Rural, contrató a una empresa “fantasma” de nombre Biesles SA por más de 9 millones de pesos.
Laura Alonso ya demostró en el pasado reciente su vocación por salvar a los amigos que son o fueron parte de la gestión Cambiemos. En mayo del año pasado, el organismo que dirige solo había "retado" al entonces ministro de Trabajo por "poner en riesgo la imagen del gobierno".
Hay que recordar que Jorge Triaca había quedado en el centro de las críticas por haber insultado a su empleada doméstica a la cual, además, había colocado de manera completamente irregular en la intervención en el SOMU. | 
