Una vez más las declaraciones del presidente norteamericano, Donald Trump, causaron repercusión a nivel global. En esta oportunidad se trata de un anuncio -en clave optimista -realizado el lunes sobre las relaciones comerciales con China.
Para Trump sería posible llegar a un acuerdo comercial con China en el corto plazo.
Las trabas arancelarias entre las dos mayores economías del mundo aumentaron la incertidumbre y las tensiones globales en los últimos meses.
Trump dijo a un grupo de gobernadores estadounidenses que, aunque podría haber un pacto comercial entre Washington y Pekín pronto, también podría ocurrir que no llegue a firmarse ninguno.
“Puede que no llegue a ocurrir, ¿de acuerdo? Puede que no llegue a pasar, pero creo que va a ocurrir y que podría ser bastante pronto. La relación es buena”, dijo Trump. Y agregó que ambas partes (Estados Unidos y China) están “muy muy cerca”.
En el mismo sentido, el domingo el polémico presidente norteamericano había confirmado que aplazaría el alza de los aranceles sobre productos chinos valorados en 200.000 millones de dólares gracias a las “productivas” conversaciones comerciales, que estaban programados para regir a partir del 1 de marzo.
Asumiendo que habrá progresos adicionales por ambas partes, Trump indicó que planea reunirse con Xi en su propiedad de Mar-a-Lago, en Florida.
Este intento de “acercamiento” conveniente para Trump, podría mitigar un poco las tensiones globales que escalaron con los enfrentamientos arancelarios entre Estados Unidos y China, fueron recibidas con impacto positivo en los “mercados” mundiales. De esta forma los negocios de las empresas estadounidenses en China podrían continuar sin mayores sobresaltos y en mejores condiciones si se llega a un acuerdo.
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