Apenas comenzada la asamblea, luego del informe de la mesa acerca de la propuesta del gobierno y proponiendo un mandato, se abrió la lista de oradores. Habiendo intervenido solo un docente, la Celeste planteó la moción de cerrar la lista. No conforme con esto, ante el pedido de las docentes de que las anotaran porque querían expresar su posición, no lo permitieron.
En síntesis, parece que la “democracia” de la Celeste consta de conseguir una mayoría para impedir el debate en una asamblea. Ante este atropello, con la imposibilidad de hablar, un sector importante de la asamblea decidió retirarse en repudio al grito de “se va a acabar la burocracia sindical”.
Una muestra más de la burocratización del sindicato, y van…
Esta actitud escandalosa de la conducción del Suteba indigna y enfurece por lo grotesco, pero no es nueva. Esta es la misma conducción que ante el ataque de Macri y Vidal a las docentes durante todo el 2018, realizó el impresionante número de ¡2 asambleas! para organizar “la resistencia”. Una en abril. La otra, la de memoria y balance, que se hace por estatuto, a fin de año. Sin palabras.
En ese año que pasó y mientras no nos reuníamos, perdimos salario, ramas, modalidades, niveles, nos descontaron paros, atacaron nuestro derecho a huelga y pauperizaron los comedores escolares. Pero fundamentalmente, perdimos dos compañeros, Sandra y Rubén, en un crimen social producto de las desastrosas condiciones de infraestructura en las escuelas. La enorme rabia no se transformó en organización.
La respuesta del sindicato no solo fue no convocar a asambleas donde todos y todas pudiéramos debatir un plan de lucha serio para ganar, sino que además se encargó de dividir cada lucha. Educación física por un lado, orientadores por otro, infraestructura por otro, etc. Y así fuimos perdiendo conquistas, a pesar de la evidente bronca de la docencia y la disposición a luchar que se mostraba.
Se mostraron como verdaderos simuladores. Las reuniones informativas de delegados sin oportunidad de decidir, consultas por múltiple choice, las medidas de lucha que no consultaron con nadie y de las que nos enterábamos por la televisión, fueron parte del arsenal con el que se propusieron vaciar las luchas, no sólo en Florencio Varela, sino en toda la provincia.
¿A qué política responden estos métodos antidemocráticos?
La Celeste, no solo en Florencio Varela sino a nivel nacional, como parte de la construcción política del kirchnerismo, ha tenido un rol imprescindible para que el ajuste de Macri triunfe. Más allá de su discurso confrontativo (para no perder totalmente la legitimidad ante las y los docentes) ha hecho todo lo posible para que no se desarrolle un verdadero movimiento, que hubiera permitido frenar los ataques del Gobierno.
Para esto necesitábamos (y necesitamos) toda la fuerza de las y los docentes junto a las madres y padres de les estudiantes, es decir, a las comunidades de las escuelas organizadas democráticamente, decidiendo y votando la mejor manera de luchar e imponiendo si es necesario un plan de lucha al sindicato si este se niega.
Pero el kirchnerismo con su “hay 2019” se dedicó a alentar la esperanza en un cambio en las elecciones de octubre, y mientras tanto… perder y perder. Para sus fines electorales, “cuanto peor, mejor”.
Y para esas mismas elecciones, su perspectiva de alianza con sectores abiertamente reaccionarios, como Manzur, el ministro de salud de Cristina, militante del Opus Dei, que acaba de hacer parir a una nena de 11 años en Tucumán, con el argumento de “salvar las dos vidas”; Felipe Solá, el artífice político de las muertes de Kosteki y Santillán; Pichetto, el “expulsa inmigrantes” y golpista en Venezuela; Massa y una extensa lista, muestra la deriva de los que alguna vez quisieron posar de progresistas.
Y muestra también lo que se puede esperar de un eventual gobierno cuyos voceros se sentaron como grandes amigos con el FMI y la rural, como el ex ministro Axel Kicillof esta semana.
Si queremos enfrentar realmente a Macri y Vidal, tenemos que defender cada una de nuestras conquistas con organización, con un plan de lucha votado democráticamente, y en las calles.
Las y los docentes de la Bordó de Florencio Varela, la Marrón provincial y Pan y Rosas (PTS e independientes), repudiamos el accionar de la conducción burocrática del Suteba y llamamos a las y los docentes a desterrar para siempre estos métodos de nuestras organizaciones, métodos que siempre sirven a sectores patronales para imponer sus intereses por sobre los nuestros. |