El discurso de Mauricio Macri ante la Asamblea Legislativa, donde se inauguró el 137° periodo de sesiones ordinarias, generó críticas por la inconsistencia de sus afirmaciones, memes por los furcios, sobresaliendo el carácter electoral de su mensaje.
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A continuación repasamos algunos de los datos macroeconómicos que el presidente decididamente omitió como el endeudamiento, la inflación esperada, los salarios, el tipo de cambio, el nivel de empleo, la desocupación. O descaradamente tergiversó para no admitir la debacle económica que atraviesan los argentinos producto de sus medidas, en el lanzamiento de la campaña electoral.
“Creció la economía, bajo la inflación, aumentaron la inversión, las exportaciones, bajo la pobreza y creamos 700 mil puestos de trabajo", sostuvo el mandatario sin titubear pero veamos:
Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) que el propio Macri celebra haber “transparentado”, las cifras del crecimiento económico para 2018 medidas a través del cálculo del EMAEconfirmaron una caída de 2,6 %. O bien el Indec miente o quien hace una manipulación de los datos es el propio presidente dado en 2018 la economía se contrajo.
Respecto a la creación de 700 mil puestos de trabajo, los datos oficiales mostraron que sólo el año pasado, se perdieron más de 190 mil puestos de trabajo formales. En un contexto recesivo con fuertes y sostenidas caídas en las ventas, y crédito encarecido por tasas altísimas; la industria continúa desplomándose -10,7 % según un relevamiento de la UIA- los despidos y suspensiones continúan en aumento, empeorando las condiciones laborales para los trabajadores.
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Si hablamos de inflación el escándalo es mayor aún, no sólo porque en 2018 el acumulado fue de 47,6 %, es decir 32 puntos por encima de la meta inflacionaria del Presupuesto 2018; sino porque los datos de enero mostraron una inflación de 3 %, del 67 % interanual para los precios mayoristas; y la medición de febrero rozarían el 4 %. Mientras la inflación prevista en el Presupuesto 2019 es de 23 %, la mayoría de las consultoras privadas la sitúan entre un 30 y 34 %.
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Otro dato perceptible de la realidad es que la esperada “lluvia de inversiones” nunca sucedió; al menos no en inversiones productivas, pero sí en dólares para entrar al carry trade por las altísimas tasas de interés. Reconocimiento de esta situación fue la baja del programa de Participación Público Privado (PPP) a finales de diciembre de 2018. Sobre pobreza, un ítem de interés recurrente del presidente, los datos presentados por el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA mostraron un crecimiento innegable. La pobreza alcanzó al 33,6 % de los habitantes urbanos del país en el tercer trimestre del 2018, la cifra más alta de los últimos diez años. Se espera que los datos de marzo presente por los efectos de la crisis una suba.
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Otra frase polarizadora del mandatario fue la siguiente: “… hoy podemos decir que la Argentina está mejor parada que en 2015.”
Si miramos los resultados de la gestión de Cambiemos desde la perspectiva de los sectores ganadores del “modelo M” como el financiero y los bancos, la patria contratista en manos de familiares y amigos, las energéticas beneficiadas con los tarifazos y el campo- no podemos desmentir que se encuentran para ellos la Argentina ha acrecentado sus negocios y ganancias.
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El problema es que para las grandes mayorías de trabajadores y sectores vulnerables la realidad se presenta adversa, con una violenta inflación, mayor inestabilidad laboral, peores condiciones de los servicios públicos, entre otros. Como resultado del colapso de la economía por las corridas cambiarias de los especuladores, en 2018 el ataque sobre los trabajadores implicó una caída del salario real fue del 12,2 %.
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Dentro de las omisiones, el presidente tampoco habló sobre los planes que tiene para el post octubre. Bajo la mirada constante del FMI sobre los resultados de la economía, y la exigencia de un ajuste mayor en clave de contrarreformas previsional, laboral y fiscal… “mejor no hablar de ciertas cosas.” Ni Macri ni Cristina hablan del ajuste que se viene luego de la contienda electoral. Por eso desde el Frente de Izquierda sostenemos que la única salida para que los costos de esta crisis no recaigan sobre las grandes mayorías es poner fin al endeudamiento con el FMI.
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