En un acuerdo con el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata) la automotriz de capitales franceses suspendió a sus 1.500 operarios y paralizó la planta de Córdoba durante la semana. La excusa "caída de las ventas", el compromiso "evitar despidos a corto plazo"-
El próximo viernes la firma definirá si levanta la suspensión a todos sus trabajadores y vuelve a poner a producir la planta o continúa con la medida.
La industria automotriz, una de las más afectadas por la crisis
Con cierres, despidos, suspensiones y vacaciones forzadas, la industira automotriz está produciendo a una cuarta parte del potencial, según informa el propio Indec.
La semana pasada la automotriz Peugeot suspendió por al menos dos meses a 1.000 trabajadores en su planta de El Palomar. Y Metalpar, encargada de fabricar carrocerías de colectivos, cerró su planta en Loma Hermosa, partido bonaerense de San Martín y despidió a sus 600 empleados.
También en General Motors el Smata negoció suspensiones, en este caso rotativas hasta fines de abril con rebaja salarial afectando a todo el personal.
Nadie puede creer que multinacionales o grandes empresas como Renault en Córdoba, Peugeot-Citroën en Caseros, MetalPar en San Martín, Pilkington en Munro, Fate en San Fernando, o Coca-Cola que facturan millones tienen alguna crisis y menos que deba caer sobre las espalda de los trabajadores.
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