Me llamo Evelyn, hace más de 15 años que trabajo en el servicio doméstico y parece que mi olor a cierta gente le incomoda… les voy a decir a que huelo, aparte de oler a productos de limpieza, huelo a más de ocho horas de trabajo, a horas extras no pagas, a estar “en negro”, a cansancio y preocupación porque no sé si llego a fin de mes.
Cuando me enfermo, a veces pido el día, pero se que ese dia no trabajado es menos plata porque me pagan por hora y en negro. Me levanto a primera hora de la mañana y trabajo todo el día limpiando casas ajenas, y me acuesto bien tarde porque cuando llego a mi casa sigo con la misma tarea. Se podría decir que en mis dos trabajos, en uno me pagan mal y en el otro ni siquiera me pagan.
Las tareas de nosotras “las empleadas” nunca están bien determinadas: limpiamos pisos, patios, baños, ventanas, lavamos platos, planchamos, hacemos de comer y hasta cuidamos a sus hijos; a veces te toman para cuidar a los chicos y con el correr del tiempo terminas haciendo todo lo otro.
Lo más difícil es que encima tu tarea nunca está bien hecha para los patrones, invisibilizan y desvalorizan tu trabajo, mas de una vez he tenido que escuchar “limpias por arriba” o “eso no lo limpiaste”. Si eso fuese así no tendría estos dolores de espalda y las manos curtidas.
Contamos con una ley pero hay un Estado indiferente que no la hace cumplir, si se cumple es por nuestra propia insistencia, esto significa que nuestros derechos están en manos de nuestros patrones, depende de su voluntad respetarlos. Sin ir mas lejos, me dio mucha bronca cuando vi que el ex ministro de trabajo Triaca maltrató y humilló a su empleada doméstica, y eso que él era un funcionario del gobierno.
A mi por ejemplo, que además soy estudiante de un profesorado, me pasa que cuando llega el momento del año de hacer “las practicas” necesito un certificado laboral para demostrar que necesito otro horario para realizarlas, pero mi patrón se niega a darme este certificado diciéndome que no, porque voy a usarlo en su contra para denunciarlo por tenerme en negro.
Nosotras, las que trabajamos limpiando somos trabajadoras como cualquier otra, merecemos respeto porque nuestro trabajo vale. Nosotras que además que nos solidarizamos con la realidad de otras trabajadoras, como con las mujeres trans para que tengan trabajo genuino y la prostitución no sea su única opción. Por el derecho a tener una vida sin violencia, por que se respete nuestra decisión y poder decidir sobre nuestro cuerpo. Para que se terminen los femicidios porque vivas nos queremos. Por eso este 8 de Marzo, nuestro dia, luchemos por conquistar definitivamente nuestros derechos, hagamos paro, salgamos a marchar y llenemos las calles con nosotras, con las trabajadoras al frente. Yo marcho con Pan y Rosas te invito a que te sumes.
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