Siempre les dijeron que no, que el fútbol era para varones, que el boxeo era cosa de machos, que una mujer trans no iba a llegar muy lejos y que una periodista hablando de deportes no estaba bien visto. Pero el movimiento feminista cruzó todas estas demandas y las unificó bajo un solo criterio: el deporte no tiene género. Y estas mujeres así lo demuestran.
Macarena Sánchez
Hace algunos años pensábamos en el fútbol e imaginábamos a veintidós hombres corriendo con una pelota, al árbitro sacando una tarjeta roja y al hincha subido al alambrado invocando a la madre de alguno. Hoy, gracias a futbolistas como Macarena Sánchez, ese escenario se convirtió en el campo de batalla donde las pibas presentaron su lucha por un fútbol feminista, disidente y profesional.
A ella la echaron de la UAI Urquiza, club al cual le dedicó siete años de su vida y con el que ganó cuatro campeonatos de AFA. Sin embargo, para la UAI, fue descartable. Por eso, Macarena alzó la voz y visibilizó la problemática que atraviesa el fútbol femenino en Argentina: la falta de profesionalización. La delantera abrió el debate y expuso lo que por muchos años quisieron esconder: que el fútbol es de todos y todas.
En poco tiempo, el HT #FútbolFemeninoProfesional se convirtió en la bandera que las pibas sacaron a la cancha para exigir sus derechos como trabajadoras. Y en un año de Mundial, las futbolistas encontraron una referente que las guía hacia un futuro mejor.
Marcela Acuña
Si hay una mujer que le dio un buen golpe al machismo, fue Marcela Acuña. La Tigresa fue la primera boxeadora profesionalizada en Argentina y para conseguirlo peleó contra sus compañeros, contra la Federación y contra la desigualdad de oportunidades.
Ella logró convencer a la sociedad de que la mujer podía competir a la par de un hombre. Se entrenó, se preparó, y el 5 de diciembre de 1997 se enfrentó por primera vez contra una mujer, Christy Martin, su ídola. Acuña perdió por puntos, pero esa pelea cambió el boxeo para siempre porque unos años después, el 25 de marzo de 2001, la Federación Argentina de Box (FAB) oficializó la reglamentación femenina.
Jessica Millamán
También las mujeres trans sufrieron en el ámbito del deporte. Cuando descubrieron que estaban en el equipo contrario, quisieron alejarlas de las canchas, pero por suerte Jessica impidió que eso pasara.
Ella tuvo una vida complicada que le dejó muchas enseñanzas, por eso no permitió que un hombre detrás de un escritorio terminara con sus ganas de triunfar. Jessica consiguió que el Comité Olímpico Internacional cambiara las leyes del hockey y marcara un momento histórico en la historia LGTB.
Jessica jugó muchos años al hockey y nunca tuvo inconvenientes hasta que quiso ficharse en Gremial Rawson de Chubut, ahí le dijeron que no podían aceptarla debido a que -por más que su documento dijera que era mujer- ellos la veían como un hombre y, en consecuencia, como una desigualdad deportiva. Pero lejos de asustarla, el episodio le dio más fuerzas para luchar por sus derechos y hoy, gracias a ella, las chicas y chicos trans pueden practicar este deporte sin discriminación por parte de los clubes.
Viviana Vila
Cuando te preguntaban ¿Qué querés ser cuando seas grande? la respuesta era acotada: maestra, abogada, médica. Era impensado que una mujer hable de deportes y encima haga periodismo del bueno. Pero por suerte, Viviana llegó con su hermosa voz para cambiar la historia.
Fue raro escucharla, de repente una mujer estaba comentando un partido de fútbol, estaba dando su opinión sobre cómo jugaba el equipo, y no preguntaba, solo hablaba. Fue valiente y no temió a las críticas.
Su profesionalismo y amor por el deporte la llevó a ser parte de la élite del periodismo deportivo. El 2018 fue un año bisagra para ella y para todas, Viviana se convirtió en la primera mujer en comentar un mundial de fútbol.
Estas mujeres son algunas de las que eligieron cambiar la historia. Expusieron sus cuerpos, restaron tiempo a sus familias, soportaron el desprecio de sus compañeros y el poco espacio en los medios de comunicación. Abrieron camino a nuevas formas de ver y escuchar el deporte. Son parte del movimiento feminista que llegó para tirar el patriarcado a patadas. Porque cuando las mujeres se mueven, el mundo tiembla. | 
