Luego de que vecinos del barrio Saladillo realizaran una protesta por la aparición de casos de leptospirosis en la zona, la Secretaría de salud de la municipalidad confirmó que ya se reportaron seis casos de esta patología en el municipio, dos de ellos en zona sur. Desde el gobierno municipal aseguraron que no se trata de un brote y la situación se encuentra dentro de lo esperable. Pero esta “normalidad” es una confesión: en la ciudad del boom de las edificaciones de lujo, enfermedades como la leptospirosis persisten debido a las pésimas condiciones habitacionales de gran parte de la población.
La Municipalidad de Rosario confirmó ayer que ya son 6 los casos confirmados de leptospirosis en la ciudad. La directora de Epidemiología de la Secretaría de Salud, Analía Chumpitaz, señaló en una entrevista televisiva que la situación no corresponde a un brote epidemiológico, y remarcó que “todos los años tenemos casos de esta enfermedad” pero este año, debido a las fuertes lluvias, los casos se presentaron más tempranamente. Las palabras de la funcionaria se dan como respuesta a la protesta de vecinos del barrio Saladillo, que el día martes realizaron un corte denunciando la aparición de casos de la enfermedad en la zona.
La enfermedad, potencialmente grave e incluso mortal, se transmite a través del contacto con orina o tejido de animales infectados. Las ratas son uno de los principales transmisores, y su incidencia aumenta durante períodos de fuertes lluvias o inundaciones. Las malas condiciones habitacionales, la cercanía con basurales y el hacinamiento son factores de riesgo para la infección. Justamente, la denuncia de los vecinos de barrio Saladillo parte de la mala situación del barrio, con presencia de basurales y ausencia de servicios básicos, que los obligan a convivir diariamente con los roedores.
La respuesta del gobierno a los reclamos de los vecinos sorprende por su cinismo. No se trata de un fenómeno meteorológico imprevisible sino de una muestra palmaria de la brutal desigualdad rosarina, de la que el gobierno socialista es garante. Mientras los especuladores inmobiliarios construyen edificios de lujo, miles de rosarinos viven en situaciones de absoluta precariedad. La arbitrariedad y perversidad de esta desigualdad sólo puede ser “esperable” y “normal” para quienes priorizan los intereses de unos pocos especuladores por sobre los de la gran mayoría del pueblo rosarino. |
