Macri festejó los resultados de la “Evaluación Aprender 2018” junto a Gerardo Morales. Llamativa elección. El gobernador de Jujuy es responsable de que en sus pagos se obligara a parir contra su voluntad a una niña violada. El mandatario afirmó en su momento que la familia del fiscal Stornelli -hoy en el centro de una causa escandalosa por espionaje ilegal- adoptaría a la criatura de 700 gramos, que finalmente no sobrevivió. No se salvó ninguna vida. Solo se torturó a una niña.
Allí es donde Macri decidió pararse para hablar del estado de la educación pública. “Estoy feliz de estar en una escuela, que ustedes saben, maravillosos chicos, es un lugar donde se construye futuro”, dijo el presidente antes de saludar a “Gerardo y todo su equipo”.
Acto seguido pasó a anunciar los resultados de la “Evaluación Aprender 2018”, que se realiza a alumnos de sexto grado de las escuelas públicas del país.
El año pasado, el ejecutivo había difundido resultados desastrosos y había culpabilizado a los docentes por el estado paupérrimo de los contenidos escolares, cosa que se utilizó como excusa para lanzar ataques a los trabajadores de la educación como el “Plan Maestro”. Ahora, en año electoral, Macri anunció que los resultados de Aprender son una “muy buena noticia”. Qué conveniente.
La cosa es que aunque en matemáticas la prueba dio peor que los años anteriores, ahora mejoró la performance en lengua y comprensión de textos.
“Si ustedes no pueden comprender textos no van a poder estudiar nada y el día de mañana no van a poder ir a la universidad y ni siquiera someterse a una evaluación para conseguir un trabajo”, dijo Macri a los chicos de la escuela jujeña, que presenciaban el acto de campaña.
Un mensaje “esperanzador” de parte del presidente que con ayuda del peronismo recortó en un 10 % el presupuesto educativo de conjunto, además de ajustar un 77 % en materia de infraestructura escolar, un 68 % en las partidas para jardines, un 39 % en formación docente, un 60 % en programas socioeducativos y un 35 % en becas para estudiantes.
Mientras, la devaluación e inflación dispararon en un 42 % la canasta escolar. Resultado: 1 de cada 3 chicos no puede comprar los útiles que necesita para empezar la escuela.
Desde las filas docentes, se viene denunciando el Operativo Aprender como un examen que no sirve para dar cuenta del estado real de la educación, ya que su formato estandarizado no tiene en cuenta las desigualdades y particularidades culturales de cada provincia. Tampoco sirve para reflejar el drama que se vive en escuelas rurales y de barrios populares, donde los chicos llegan con hambre a las aulas y muchas veces lo que reciben en los comedores es lo único que tienen para comer en el día.
Este tipo de evaluaciones estandarizadas vienen siendo impulsadas por el Banco Mundial en América Latina, para solventar reformas educativas de corte neoliberal. Si miramos a los países que aplicaron más este modelo, como Chile, tanto el sueldo que perciben los docentes como el presupuesto que se destina a cada escuela depende del puntaje que se obtenga en las pruebas. Salarios atados al ‘mérito’, ceses y despidos de docentes son algunas de las consecuencias.
En esta sintonía, el acto de campaña junto a Gerardo Morales resuena todavía más. Según un relevo de Amnistía Internacional, en nuestro país el 80% de los estudiantes no tiene educación sexual en la escuela. Y eso es responsabilidad no solo del gobierno nacional sino también de los gobernadores clericales y anti derechos que pueblan la Argentina.
A criterio de esta cronista, parece que para el gobierno la educación no es una prioridad, salvo, claro está, como eslogan de campaña. |