Una propuesta que el PP extiende a mujeres en situación de riesgo social, pobreza y desempleo. No es una ciencia ficción distópica, es una política claramente racista y xenófoba contra las mujeres inmigrantes, a tono con la emergencia de la extrema derecha de VOX, un partido hijo del racismo institucional de todos los partidos del Régimen. Una propuesta unida a la prohibición del aborto para “acabar con el invierno demográfico”.
Según varias fuentes, la propuesta de Ley de Apoyo a la Maternidad confirmada por el propio PP, sería "blindar" a las "mujeres irregulares" que den a su hijo en adopción, es decir, “que en el caso de que una mujer irregular quiera dar su hijo en adopción quedaría blindada, pero no sería un blindaje para toda la vida, y no supondría un motivo de expulsión", explica el PP ante la consulta de varias fuentes informativas después de que Casado intentara desmentirlo.
La escandalosa propuesta del PP ha causado tal rechazo y denuncia en los medios y redes sociales, que este jueves el líder del PP, Pablo Casado, intentó sin resultados, desmentirla. Y denunció de fake news la información difundida sobre la ley de maternidad del PP que propone retrasar la expulsión de las mujeres sin papeles si dan a sus hijos en adopción.
Casado calificó de “barbaridad” esa información y “aclaró” con un tono humanitario con el fin de arreglar lo irreparable que, “Lo que sí sería una barbaridad es utilizar los datos que hay que facilitar en un proceso de entrega en adopción como excusa para tramitar el expediente de expulsión de esa mujer. Y eso es lo que queremos evitar por razones humanitarias y por la protección del menor y la madre. Nuestra propuesta es ampliar al ámbito estatal esta medida que con éxito ya existe en la Comunidad de Madrid desde hace tiempo”.
Sin embargo, la reaccionaria ley de extranjería -hija de gobiernos del PSOE- ya establece en el artículo 57 que la expulsión no podrá implementarse cuando "afecte a embarazadas, cuando la medida pueda suponer un riesgo para la gestación o la salud de la madre”. Por supuesto nada dice qué ocurriría después, sobre lo que el PP sí aclara que “el blindaje no será para toda la vida” y que una vez que las mujeres entreguen al niño o niña, podrán ser repatriadas a su país de origen como cualquier persona en situación irregular.
Proteger la vida del “invierno demográfico”, prohibición del aborto y las siniestras declaraciones de las dirigentes del PP
Acto seguido, oscureciendo cada vez más sus aclaraciones, mujeres del PP como la alcaldesa de Santander, Gema Igual, ha declarado dar respaldo a la propuesta diciendo "Me parece acertado que se pueda evitar que una persona, por miedo a dar a luz en un hospital, nos los podamos encontrar en un vertedero”.
También la vicesecretaria de Acción y Política social del PP, Cuca Gamarra sentenció en su cuenta de Twitter, "en Madrid, entre 30-40 niños no son abandonados y se entregan en adopción con esta medida. Lamentablemente, muchos todavía aparecen en contenedores, eso es lo indigno y cruel”.
Estas declaraciones racistas y xenófobas han provocado rabia en las redes por entender que acusan directamente a las mujeres inmigrantes de casi” tener por costumbre” tirar a bebés en contenedores. No es necesario explicar la hipocresía de estas mujeres del Ibex35, culpables directas de la pobreza de miles de mujeres, nativas o sin papeles, condenadas al paro o a los trabajos más precarios.
La Ley de Apoyo a la Maternidad fue presentada por Pablo Casado el pasado domingo en un acto electoral en Cartagena (Murcia) en el que el líder del PP prometió brindar "todos los recursos" "a favor de la vida" y así acabar con "el invierno demográfico que vive España" y dar la posibilidad de que "todas las mujeres que quieran libremente ser madres cuenten con las ayudas y los apoyos necesarios para conseguirlo”.
En su apuesta por "la cultura de la vida” propone "un plan ambicioso, multidisciplinar y en positivo que apuesta por la natalidad y por apoyar a las madres que quieran serlo". Denunció a la vez que "Las cifras son tozudas. En España nacen 400.000 niños menos que en el año 1975. Todos los años en España hay 500.000 embarazos, de los cuales 100.000 son interrumpidos voluntariamente”.
Todos fundamentos que también apuntan a su política de prohibir el derecho al aborto. Tal como anunció Casado semanas atrás, su propuesta de acabar con la actual ley de plazos, de 2010, y volver a la ley de 1985, que reducía la despenalización del aborto a los supuestos de violación, riesgo para la salud física y psíquica de la madre y malformaciones en el feto. Es decir, una contrarreforma que supondría un retroceso histórico sobre los derechos reproductivos de las mujeres y que iría aún más lejos que la que se propuso el ministro de Justicia Alberto Ruíz Gallardón en 2014 y que fue paralizada en gran medida -aunque pasó los recortes de este derecho para las mujeres menores de edad y las inmigrantes sin papeles- por las masivas manifestaciones del movimiento feminista.
La sociedad distópica del PP, Vox y Ciudadanos: una vuelta atrás al franquismo
Con una sonrisa cínica hemos visto a Casado, a Albert Rivera de Ciudadanos y Ábalos del PSOE junto a los grandes empresarios del Ibex35 juntos en la campaña hacia el 8M “YoDona”.
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Pero tras esta siniestra instrumentalización de los derechos de las mujeres para sus propuestas electorales, el PSOE aprovecha esta aberrante campaña del PP y saca su cara “feminista y progresista” como alternativa frente al fantasma de la extrema derecha. Sin embargo VOX es hijo de sus reaccionarias políticas neoliberales que dieron paso a la radicalización de la derecha: políticas austeritarias de la Unión Europea, las leyes represivas como la Ley mordaza o el encarcelamiento de los presos políticos catalanes, el mantenimiento de los CIEs, deportaciones exprés, desahucios, precariedad laboral y una larga lista.
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El PSOE y muchos medios responden a Casado que la Ley de Extranjería “protege” a las mujeres inmigrantes embarazadas. Lo que poco o nada se dice es que el aborto no es un derecho para las mujeres inmigrantes “sin papeles”, ya que un obstáculo que coloca la racista Ley de Extranjería, es que la sanidad pública sólo puede ser utilizada por las personas en situación irregular en situaciones de urgencias; lo cual una interrupción del embarazo queda fuera de esta categoría.
Por otro lado, según informa Público, el argumentario del Partido Popular extiende esta propuesta a sectores "en riesgo social", es decir, no sólo a madres migrantes, sino también en situaciones de marginación, extrema pobreza o desempleo.
Para Casado y el PP se trata de “proteger la vida” acudiendo a los cuerpos de las mujeres más vulnerables: inmigrantes o en situación de extrema pobreza son las elegidas para una especie de ciencia ficción distópica como en “El cuento de la criada”. Podrían proponer además, que los partos se realicen en los Centros de Internamiento para Extranjeros (CIEs) creados por el PSOE, o para las “nativas” en los precarios centros de acogida. Más que una ficción distópica, estamos a las puertas de una vuelta atrás en la historia de la España franquista, cuando se robaba bebés a las “rojas”.
Se trata entonces de que el movimiento de mujeres busque fortalecer más que nunca las alianzas entre las migradas y las no migradas en una solida unidad entre la mayoría de las mujeres, las trabajadoras -seamos inmigrantes, nativas, con o sin contratos, jóvenes, precarias, paradas- junto al conjunto de la clase trabajadora. Una alianza cuyos eslabones formen una cadena de hierro contra el racismo, contra el capitalismo, para construir un feminismo de clase, independiente de todos los partidos del Régimen, antiimperialista y anticapitalista. |