La crisis de la empresa postal privada más grande del país, que lleva ya tres años, sigue su curso.
Corrido del mando de la empresa el CEO Patricio Farcuh, es administrada hoy por la justicia, en un proceso de Cram Dow, a la espera de un comprador. De no darse esto, se iniciaría un procedimiento de quiebra.
Mientras tanto, los trabajadores cobramos un tercio del sueldo y nos depositan por día sumas vergonzosas. Vivimos en la incertidumbre hace tres años. Producto de una crisis que surgió por el robo liso y llano de nuestros aportes, la deuda con la AFIP suma el 80 % de la deuda requerida a la empresa.
Se tejen muchas especulaciones sobre qué solución de continuidad se le puede dar a OCA. Entre ellas las de un comprador que se haga cargo del pasivo de la empresa y del plantel de trabajadores no parece ser una salida a la vista.
Otra es la idea de una cooperativa de trabajadores, que todos sabemos que será seguramente acaparada por el sindicato de camioneros, que no hizo nada para evitar el colapso de la empresa, incluso es evidente, que formó parte del desmanejo. Tampoco nos podemos olvidar del manejo mafioso de este sindicato con la ART, sobre los compañeros que sufrieron algún accidente. La cooperativa así dada la situación, solo traerá una sobre explotación para los laburantes, y una flexibilizacion brutal en las condiciones de trabajo, perdiendo así los derechos que por convenio tenemos.
El intento de solución pasa por la estatización y que pase a formar parte de la estructura de Correo Argentino, en donde los trabajadores podamos tener un control sobre las actividades de la empresa para evitar los desfalcos que después nos quieren hacer pagar a nosotros.
Para lograrlo, para poder pensar en llevarlo adelante es vital la fuerza que se pueda construir desde el conjunto de los trabajadores de OCA y que se exprese en asambleas de base, que peleen por la defensa de los puestos de trabajo, y la estatización de la empresa. Asambleas democráticas donde todos acaten lo que decide la asamblea obrera, incluso y sobre todo el sindicato.
Solo así, con la unidad de los trabajadores, podremos defender la fuente de ingreso de nuestras familias. Esta crisis no la provocamos los trabajadores. No tenemos porqué pagarla. |