En tiempos electorales comienzan los pases de factura y esta vez le tocó a Mario Leito. El presidente de Atlético de Tucumán es la figura elegida por Juan Manzur para competir por la intendencia de Capital. Ayer comenzó a viralizarse por las redes un decreto de 2015 en donde se lo nombra “personal de Gabinete en la Secretaría de Estado de Coordinación con Municipios y Comunas Rurales, dependiente del Ministerio del Interior”, a cargo de Miguel Acevedo.
Según el decreto 409 /10 (MI), publicado el 31 de diciembre de ese año en el Boletín Oficial de la Provincia, el abogado fue designado con “una remuneración equivalente a la categoría 24 de la Administración Pública”. Leito tiene la categoría más alta, luego de los subsecretarios y secretarios de Estado. En las redes sociales también se filtró un recibo de sueldo correspondiente a febrero de este año, donde se liquida $31.473.
Aunque la polémica derivó en si era compatible su designación como funcionario junto al ejercicio de la presidencia en el club de fútbol, lo cierto es que para todo el mundo queda la incógnita de qué tareas y funciones cumple Leito.
Además se conoció que Leito no fue designado recién en 2015, fecha en que se inicia la gestión de Manzur, sino que nombramiento viene desde 2007, bajo el Gobierno de José Alperovich. A través del decreto 444/14 (SCMyCR), fechado el 23 de febrero de ese año según el Boletín Oficial de Tucumán, el dirigente decano fue nombrado en el cargo que hoy posee.
Es decir que Leito ocupó un cargo político durante los últimos dos períodos de Alperovich como gobernador, y luego fue reafirmado por Manzur. Fue durante el apogeo del alperovichismo que comenzó la estrecha relación entre la dirigencia del club y la gobernación, como pasó con gestiones previas como la de Julio Miranda.
En el caso de Leito se pone de manifiesto una casta política que se cubre así misma y que aunque puedan haber coletazos, como esta filtración, todos están unidos en la defensa de sus privilegios y de los intereses que representan. La política como un trampolín para los negocios, los negocios como un trampolín para la política.
Contra esta casta, la propuesta del Frente de Izquierda —como lo plantean Nicolás del Caño en el Congreso, y Alejandra Arreguez en Tucumán— es clara: que todo funcionario cobre como un docente, revocabilidad de los cargos y que se terminen los privilegios de esta minoría. |