Los compañeros de Zanon nos confeccionaron un cerámico que fue colocado en donde vivíamos en aquella época y donde mi viejo fue secuestrado por un grupo de tareas al volver a casa con mis dos hermanos.
Quisimos darle a este acto un carácter de reivindicación a su militancia. Porque esa generación setentista entregó todo por un cambio revolucionario y hoy nos muestra un camino para cambiar lo que este régimen capitalista nos ofrece: más hambre, más opresión y más explotación.
En 1975 el imperialismo había sido derrotado en Vietnam. Había procesos revolucionarios en muchos países de Europa y Latinoamérica. Sin duda no era la misma situación que vivimos ahora pero el sistema, al igual que aquel entonces, no tiene nada para ofrecerles a las grandes mayorías.
Por eso ese ejemplo de los setentistas es tan valioso hoy. Porque no hay mejor reivindicación que enfrentar el mismo sistema que hoy nos gobierna y que exterminó físicamente a esa generación. Porque la mejor venganza va a ser cuando logremos ese triunfo que mi viejo y que esa generación no pudo conquistar.
Cuando esa sociedad nueva por la que luchaban para nosotros, sus hijos, y las nuevas generaciones empiece a ser edificada. Ese será nuestro mejor homenaje y será su victoria aunque, como siempre se dice, no hayan vivido para verla. | 
