"Unidad para enfrentar al macrismo". Con ese lema, Felipe Solá fue presentado en la sede matancera de la CCC. Lo acompañaron, entre otros, el diputado nacional Fernando Asensio y los concejales del distrito, Walter Mantello y Ricardo “Choper” Valdez.
Fue recibido por Juan Carlos Alderete, quien - en su calidad de coordinador nacional de la CCC y secretario zonal del PCR- lo proclamó como su candidato. El cartel detrás de la mesa llevaba la firma de esa corriente y rezaba: "Bienvenido nuestro candidato a presidente Felipe Solá".
Esta estrategia de frente electoral antimacrista es la bandera de unidad que ha utilizado el PJ en todas sus variantes mientras colabora con la gobernabilidad del ajuste desde diputados, senadores, gobernaciones y, fundamentalmente, sindicatos.
Para la CCC, el pasado no condena
Todavía está fresca en nuestra memoria la masacre de Avellaneda. Fue en 2002, cuando Felipe Solá era gobernador de la provincia de Buenos Aires. Bajo su mando y el de Aníbal Fernández, la Policía Bonaerense reprimió y asesinó a los compañeros Maximiliano Kosteki y Darío Santillán.
Al mismo tiempo la mega devaluación de Duhalde descargaba sobre las espaldas del pueblo trabajador la crisis del 2001. El peronismo de Duhalde y Solá tuvo una política doble para el movimiento de desocupados. A unos, los llamados “duros”, los intentaron disciplinar con represión. A otros, los llamados “blandos” como la CCC y el FTV de Luis D’Elia, los cooptaron a través de cederles el manejo de los subsidios para los desocupados que habían otorgado el FMI y el Banco Mundial, con el objetivo de impedir que se profundizaran las jornadas revolucionarias de diciembre de 2001. Por eso se podría decir que el de este martes es un reencuentro entre viejos conocidos.
Frente a una nueva crisis, la CCC-PCR no tiene mejor idea que presentar como suyo a un candidato con este prontuario. No les genera problema alguno el hecho que el propio PCR (partido del cual la CCC es su brazo piquetero) en 2010 señalaba, a su actual candidato como uno de los responsables de la masacre aún impune.
Del Vaticano al PJ: un constante giro a la derecha
Desde que conformara junto a Barrios de Pie y la CTEP el triunvirato de los cayetanos, la CCC-PCR viene en un pronunciado giro a la derecha. Para esto cuenta con el apoyo del Papa Francisco, que desde el Vaticano juega al opositor mientras cuida la gobernabilidad. Este giro se termina conformando con la unidad con el PJ para las elecciones, algo que el PCR no hacía desde 1989 cuando integró las listas del menemismo.
Ya en Neuquén y Río Negro fueron parte del frente con el PJ. Y ahora en Córdoba, ante la resolución del kirchnerismo de bajar su lista a favor de Schiaretti, terminan siendo cola de un confeso macrista y exmenemista, como el gobernador mediterráneo.
Para ser consecuente con este giro a derecha, el PCR va tirando lastre por izquierda. Viene rompiendo los acuerdos de independencia de clase que le quedaban en los sindicatos. Un ejemplo claro es su actuación en el Frente Multicolor de los Sutebas. Este frente plantea la independencia de los gobiernos, los partidos patronales y la burocracia sindical. Pero el PCR al ubicarse cada vez más cerca de Baradel y ahora proclamar a Solá como candidato, bien podría decir: “la independencia de clase, te la debo”.
Para enfrentar el saqueo en curso, fortalecer al Frente de Izquierda
Como hace varios años, en estas elecciones el PTS es parte del Frente de Izquierda. El único frente a nivel nacional que plantea la necesidad de que los trabajadores nos organicemos contra todos los empresarios y sus candidatos. Contra el macrismo y quiénes han colaborado con el ajuste todos estos años, los dadores de gobernabilidad, los gobernadores cómplices y los dirigentes sindicales del peronismo, verdaderos simuladores como Baradel y Yasky.
Por su parte la CCC ha vuelto a su viejo amor, el peronismo. Y por ende a su política de cuidar la gobernabilidad sin hacer olas ante la crisis: la trampa del frente anti macrista limitado al terreno electoral. Saben que Solá es uno de los responsables de la represión al movimiento piquetero y que estuvo con Menem, Duhalde, Néstor, Cristina, De Narváez, Massa y hasta con Macri. Pero parece que no sólo lo adoptaron como candidato, sino que también adoptaron una de sus máximas: “para mantenerse en el poder, hay que hacerse el boludo”.
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