En la Universidad Nacional Autónoma de México hay maestros de carrera y maestros de asignatura. Los segundos constituyen la gran mayoría, no tienen una plaza permanente, cada semestre deben volver a firmar su contrato, por lo que en cualquier momento pueden quedarse sin trabajo. Además ganan en promedio $80 pesos la hora clase.
Mientras el 80% de los maestros gana menos de 8 mil pesos al mes, el rector Enrique Graue tiene un sueldo mensual de $155 969 pesos (más $54 mil 553 pesos por el cargo y $126 341 pesos por “percepciones adicionales”) y en el caso de los directores de los planteles de CCH estos ganan alrededor de $54,814 pesos.
Las y los docentes organizados exigen un 50% de aumento salarial y revertir el sobrecupo antipedagógico que hay en los grupos y el hacinamiento en las aulas.
Los maestros de la UNAM no cuentan con un sindicato mediante el cual puedan garantizar y defender sus derechos de manera colectiva. El APAUNAM (Asociación de Personal Académico de la UNAM) está completamente controlado por la Rectoría y no tiene representación de los docentes.
La situación de precarización que viven los maestros de nuestra Universidad está directamente relacionada con los ataques a la educación pública y gratuita.
Pese a que López Obrador retrocedió al recorte a las universidades públicas, el presupuesto aprobado para este año es tan sólo la mitad de lo destinado a la Secretaría Nacional de la Defensa. Esto sin contar los recién aprobados 20 mil millones de pesos para la Guardia Nacional, mediante la cual se mantendrá la militarización del país, que detonó los feminicidios y la criminalización de la juventud.
Decimos que el presupuesto a la educación es insuficiente porque en nuestras escuelas carecemos de transporte gratuito y seguro, de enfermerías con el equipamiento suficiente, entre otros servicios necesarios como fotocopias y comedores a precios accesibles con comida de calidad.
El proceso estudiantil del semestre pasado sacó a la luz problemáticas como que a los estudiantes de CCH Azcapotzalco les cobraban $100 pesos por su reinscripción y a los de CCH Naucalpan otros $100 por inscribir recursamientos.
Este año 90% de los aspirantes a licenciaturas de la UNAM fueron excluidos.
Sumado a esto, en la página de Transparencia UNAM hay información de gastos ridículos y que nada tiene que ver con la educación, como cafeteras de 60 mil pesos, televisores de 84 mil, ceniceros de 9 mil y la lista sigue.
En la Agrupación Juvenil Anticapitalista consideramos que no sólo debemos solidarizarnos con los maestros que hoy están organizándose por mejores condiciones laborales, para acabar con las jerarquías entre maestros y conquistar un salario digno que alcance para costear la canasta básica, así como el aumento al presupuesto educativo. También queremos avanzar en organizarnos tanto con profesores y trabajadores para conseguir que esta Universidad esté al servicio de las grandes mayorías y no de una cúpula de altos funcionarios con sueldos millonarios al servicio de la OCDE y sus planes "educativos".
Queremos luchar por la verdadera democratización de la Universidad. Que seamos nosotros y nosotras, trabajadores, estudiantes y académicos, quienes tomemos las decisiones. ¡Educación laica y no sexista!, ¡Por un gobierno tripartito de la UNAM! Abajo la Rectoría, la Junta de Gobierno y su jerarquía medieval.
Que el presupuesto que se despilfarra en cámaras, rejas y torniquetes -completamente inútiles para revertir la situación de violencia que se vive en planteles de la UNAM, principalmente en los ubicados en el Estado de México y zonas periféricas-, se destine a dar mantenimiento a las bibliotecas, a la renovación de mobiliario y a la compra de material necesario en talleres y laboratorios. ¡Queremos comedores subsidiados, con alimentos de calidad! ¡Por aumento a la matrícula y creación de nuevos centros de estudios con horarios que permitan a las y los trabajadores acceder a su derecho a estudiar! ¡Ni uno más sin acceso a la educación, abajo el examen único!
¡Queremos luchar por un gobierno tripartita! De estudiantes, trabajadores y maestros.
Para conquistar estas demandas, la unidad es indispensable. El sector educativo, duramente golpeado a nivel nacional y a todos los niveles, es también uno de los sectores que, junto a los obreros industriales, ha salido a las calles y tomado sus centros de trabajo. La exigencia es la misma: salario y trabajo digno. El triunfo de las huelgas en Matamoros y el estallido de la primera huelga en más de una década en el segundo sindicato universitario más grande -el SITUAM-, son el escenario en el que hoy las y los maestros organizados de la UNAM están conquistando en asambleas la votación de paros por sus demandas.
Los trabajadores y profesores de la Universidad Autónoma Metropolitana llevan ya más de 55 días de huelga exigiendo un aumento salarial del 20% inspirados por las impresionantes huelgas de Matamoros.
Hoy los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación se encuentran luchando contra la imposición de la "nueva" Reforma educativa de AMLO, que mantiene los aspectos neoliberales de la anterior. Luchan también contra la evaluación punitiva -ahora con un nombre diferente- y el empeoramiento de las condiciones laborales de los maestros y maestras de educación básica a nivel nacional. Las y los trabajadores del Estado se están organizando también contra los despidos y la precarización.
Las y los estudiantes debemos responder al llamado de solidaridad activa con la lucha por la dignificación del trabajo docente y en defensa de derechos laborales conquistados por nuestros abuelos y arrebatados a nuestros padres por los mismos ricos de siempre. En defensa del pensamiento crítico y el sentido social de la Universidad, así como de las condiciones en las que nuestras familias y nosotros mismos nos desarrollaremos.
Con esta perspectiva te invitamos a impulsar la Agrupación Juvenil Anticapitalista en tu plantel. Contáctanos y participa activamente de esta lucha que nos concierne a todas y a todos. |