“Fortalecer el sistema ‘Chile Crece Contigo’“, “Mejorar los procesos de adopción” y “recuperar los programas de apoyo a la mujer madre” son algunas de las consignas que forman parte del petitorio que levantaron los manifestantes, sin embargo su principal consigna es defender la vida del que está por nacer. Es decir su oposición al derecho a un aborto legal, una de las principales consignas del movimiento de mujeres que el pasado 8M con más de 190 mil manifestantes hizo temblar la tierra.
Según la encuesta CADEM el 2015, mas del 60% de la ciudadanía estaría a favor de la despenalización del aborto, es por eso que parece insólito que la minoría que esta en contra se organice para arrebatarnos este mínimo derecho.
En el país más de 10 mil menores de edad fueron madres en la última década, según las cifras Vitales del INE, es decir miles de niñas de 14 años resultaron embarazadas producto de abusos sexuales perpetuando la pobreza de miles de mujeres, que interrumpen la escolaridad y sus proyecciones académico-laborales para dedicarse a la maternidad impuesta por la falta de apoyo y educación sexual.
Mientras tanto, en una realidad paralela los "pro vida" alegan querer apoyar a la mujer madre, a mismo tiempo que quieren negarles el derecho a decidir serlo o no. Nunca salvaron ninguna vida, su política anti derechos solo aumenta la desigualdad y la precarización de las mujeres.
Las principales figuras misoginias de la ultra derecha como José Antonio Kast fueron parte de la manifestación mostrando también quienes están del lado de las dos vidas, los mismos que aprueban la dictadura que torturó y violó a cientos de mujeres militantes de izquierda y que hoy reivindican a figuras como Bolsonaro que en Brasil también se opone a este derecho. |