Jaime Orpis busca escapar de su condena de 21 años de cárcel pedida por el Ministerio Público tras acusarlo de cohecho, fraude al Fisco y delitos tributarios. Y para esto argumenta que las empresas, como Corpesca, no “compraron su consciencia”, sino que este dinero fue para financiar campañas políticas de la UDI.
Entre las empresas se encuentran Quiborax, Entel, SQM, GTD Teleductos, Costanera SACI, Agrícola Tarapacá (holding Ariztía) e Inversiones Santa Macarena
El mismo Orpis afirma que: “Soquimich fueron $4.5 millones, en el caso de Entel fueron $10 millones. En el caso de Quiborax fueron $15 millones”.
Sin embargo, lejos de comprobar la supuesta inocencia de Orpis, lo que deja en evidencia es la profunda red de cooperación mutua entre empresarios y políticos del régimen, expresada en las enormes listas de políticos corruptos y enriquecidos a costa del trabajo de miles.
Es así que se debe poner fin a todos los privilegios de las y los parlamentarios, y que éstos pasen a recibir un sueldo igual al de una trabajadora calificada, de la mano de la revocabilidad de todos los cargos representativos. Estas medidas serían un avance para acabar con la corrupción del gobierno de los ricos y sus políticos. |