El gobierno e Sebastián Piñera, busca reinstalar con fuerza su agenda represiva y precarizadora, colocando al centro –como es de costumbre- la criminalización hacia la juventud. Así lo hemos visto con la ley del estatuto laboral juvenil, el proyecto “aula segura”, y estos últimos días con la ley de control de identidad preventivo a los mayores de 14 años, votada el día de ayer en el Congreso.
Dichas medidas que se instalan en el debate e la opinión pública, también hacen eco en distintos movimientos, y organizaciones políticas y sindicales. Antonio Páez, Secretario del Sindicato Starbucks Coffe Chile, se refiere a esta situación, enfatizando en el ataque que ha buscado desplegar Piñera a través de su agenda legislativa.
“El gobierno de Piñera vuelve a arremeter contra el pueblo trabajador, y en este caso, como es característico, su principal foco se encuentra en la juventud. Lo vimos con el estatuto laboral juvenil, que flexibiliza y precariza las condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras, y luego lo vimos con el proyecto ley “aula segura” que criminaliza a los estudiantes, y persiguiendo a aquellos sectores de estudiantes que buscan organizarse contra sus ataques. El control de identidad preventivo a mayores de 14 años, claramente no tiene nada que ver con un resguardo ni protección social o seguridad. Sino una política consciente de perseguir y amedrentar a los jóvenes, sindicándolos como potenciales delincuentes”.
Sin embargo, ante este escenario, Páez se refiere a la potencialidad que tiene la juventud de organizarse en contra de los ataques de la derecha, donde rescata las últimas experiencias de lucha y masividad en la ciudad de Valparaíso.
“Pero aunque Piñera bus asestar estas estocadas a los movimientos sociales, y en particular a la juventud, la ciudad de Valparaíso ha mostrado, que por el contrario, antes de esperar a que el gobierno pase su aplanadora legislativa y expresiva, hay sectores que están dispuestos a enfrentarse a sus planes. La gran lucha portuaria de fines del año pasado, la importantes movilizaciones por el asesinato del activista mapuche Camilo Catrillanca, y las masiva participación en la última marcha el 8M, con un semiparo productivo, muestran que es posible otra alternativa. La necesidad de una juventud anticapitalista que junto a las mujeres, y los trabajadores, se enfrente al gobierno, a los empresarios y sus leyes, resulta urgente, proponiéndose combatir y derrotar esta ofensiva represiva. Esa es la iniciativa que debemos llevar a nuestros lugares de trabajo y casas de estudio”. |