El pasado martes y en pleno Comité de Huelga, los trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana recibieron una notificación por parte de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje exhortando a las partes a conciliar el miércoles a las 11:00 horas en sus instalaciones.
La problemática surgió cuando las autoridades de la Junta Federal pusieron como condición para llevar adelante dicha reunión conciliatoria, que por la parte trabajadora se presentara sólo la comisión negociadora y el Comité Ejecutivo, negando la entrada a todo trabajador que quisiera estar presente en la reunión, es decir, negociar sin la base presente.
Esta petición explicita por parte de las autoridades de la Junta Federal, sumado a la premura con las que se citó a la parte, causó gran molestia entre los delegados, abriendo una discusión sobre cómo responder a una reunión impuesta por la Junta Federal y hecha a modo para favorecer a las autoridades universitarias.
Los trabajadores decidieron no asistir a dicha reunión por considerarlo un espacio que carecía de condiciones mínimas para garantizar la participación de la parte trabajadora.
Las autoridades, sin ningún empacho y omitiendo el contexto en el que el sindicato se negó a asistir a una reunión sin condiciones para su participación, comenzaron a circular un video donde se observa al secretario general de la UAM, José Antonio De los Reyes Heredia. Se trata de un mensaje hacia la comunidad estudiantil calumniando a los trabajadores, haciéndolos ver como la parte intransigente y aferrada a la extensión de la huelga.
Queremos recordarle a la burocracia dorada de la UAM que los trabajadores y sus familias, muchas de ellas mujeres trabajadoras que son madres solteras, llevan dos meses sin percibir un sólo centavo y quienes se han mostrado inflexibles para con las demandas del sindicato son justamente las autoridades que prefieren alargar el conflicto antes de perder sus privilegios.
Juntas Local y Federal de Conciliación y Arbitraje ¿al servicio de quién?
Esta situación ha abierto una discusión más profunda sobre las instituciones como la Junta Local y Federal de Conciliación y Arbitraje. Algunos trabajadores dijeron que se tenía que recordar el rol nefasto que tuvieron estas instituciones en el conflicto obrero en Matamoros, llegando a declarar ilegales las huelgas obreras y presionando para evitar el avance de la lucha por sus justas reivindicaciones.
Otros trabajadores comentaron que no hay ningún argumento en la Ley Federal del Trabajo que faculte a Conciliación y Arbitraje a llamar a negociar con carácter obligatorio para ambas partes.
Las reflexiones tienen su confirmación en la historia. Este tipo de organismos, más que jugar un rol "conciliatorio" entre las partes, han servido para "encorsetar" al movimiento obrero y hacer jugarretas contra las huelgas (como desconocerlas, caso que le pasó hace unos años a los docentes del IEMS).
Clarificar el rol de Conciliación y Arbitraje es un paso que debe arrojar luz al tablero de "aliados" y "enemigos". Se debe saber quiénes son posibles aliados y quiénes van a ser "imparciales" hasta el momento en que el avance de la lucha los haga posicionarse claramente del lado patronal.
Es por esto que debemos insistir en la necesidad de unificar lazos con el sindicalismo universitario y los sindicatos que se reclaman democráticos.
En ese sentido es un gran paso adelante que los resolutivos del último comité de huelga apunten a forjar esa unidad, sumándose a la marcha del magisterio combativo y al mitin en solidaridad con los obreros de Matamoros.
Contra las autoridades y "mediadores" como Conciliación y Arbitraje, sigamos forjando un camino de unidad con los sindicatos democráticos. A más de 69 días de huelga, es clave un llamado a paro en solidaridad al STUNAM, la UNT, NCT y el sindicato minero.
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