Siguiendo la tendencia de desplome registrada por la actividad industrial que para el mes de febrero marcó una caída de 8,5 %, el uso de la capacidad instalada industrial anotó una baja interanual de 5,9 % en febrero de este año.
El Indec confirmó que en febrero de 2019 el uso de la capacidad instalada fue del 58,5 %, muy por detrás del nivel registrado en el mismo mes de 2018 que fue de 64,4 %. Estos datos implican que al calor de la profundización de la crisis económica existió en febrero un 41,5 % de capacidad ociosa.
Estos datos se asimilan a valores no vistos desde febrero de 2002. Dentro de los bloques sectoriales que mostraron -en febrero de 2019- niveles de utilización de la capacidad instalada superiores al nivel general son: productos del tabaco (72,9%), refinación del petróleo (71,7%), papel y cartón (71,7%), sustancias y productos químicos (69,4%), industrias metálicas básicas (68,7%), productos minerales no metálicos (67,5%).
Mientras que los bloques sectoriales que se ubican por debajo del nivel general de la industria se encuentran: productos alimenticios y bebidas (57,6%), edición e impresión (52,1%), productos de caucho y plástico (50,8%), productos textiles (43,2%), la industria automotriz (42,1%) y la industria metalmecánica excepto automotores (42,0%).
El aumento de la capacidad ociosa es el correlato de la fuerte recesión que atraviesa el país con más fábricas paradas, caídas de producción, despidos y suspensiones.
El caso de la industria automotriz que registró en febrero una caída en la capacidad instalada de 8,3 %, pasado de 50,4 % en igual mes de 2018 a 42,1 %, es un claro ejemplo de esta dinámica que golpea a la actividad fabril.
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