Días atrás, arrancábamos la semana con la noticia de que dos compañeras de la Facultad de Medicina (UNT) habían sufrido un accidente en la Ruta Nacional 34 mientras se dirigían a comenzar con su jornada de la pasantía rural en la vecina provincia de Santiago del estero. Se encuentran hoy en estado delicado a consecuencia de los traumatismos recibidos en el choque múltiple que se cobró la vida de tres docentes santiagueñas.
Es un hecho fatídico que nos llena de rabia, porque desnuda brutalmente los riesgos a los que estamos expuestos tanto estudiantes como trabajadores de la educación, al transitar el interior de las provincias norteñas, la mayoría de las veces realizando labor en zonas rurales. Y ha reavivado los cuestionamientos de los que hace años son objeto las pasantías que debemos realizar en el último tramo de nuestra carrera de grado.
Mientras en las facultades del resto del país los planes de estudio han sido modificados llevándolos a una duración de seis años, la UNT la única que mantiene la carrera de Medicina con una extensión de siete años.
Los primeros cinco años consisten en el cursado teórico, que llevamos a cabo en las distintas sedes de la Facultad y hospitales de San Miguel de Tucumán. Durante el sexto y séptimo año se realizan prácticas, consistiendo el primero en un rotatorio dividido en cuatro especialidades (clínica, pediatría, ginecología y cirugía). Una vez que lográs aprobar las cuatros rotaciones. El segundo está conformado por dos pasantías, una periurbana que dura 10 semanas y está enfocada en la atención primaria de la salud, realizando prevención y promoción en CAPS. Una vez aprobada esta pasantía pasamos a la pasantía rural. El lugar en la que la vas a llevar a cabo se define por sorteo, y en general se trata de localidades distantes de la capital como Amaicha del Valle por ejemplo. Son 24 semanas con asistencia diaria al lugar.
Como estudiantes venimos cuestionando hace años este sistema de pasantías y las condiciones en que estamos obligades a realizarlas, ya que en muchos de estos lugares no contamos con médicos que nos guíen ni supervisen y tenemos que enfrentar por ejemplo, derivaciones o casos para los que no estamos aún preparados, sin ningún acompañamiento pedagógico. Pasantías en las que trabajamos sin pago, teniendo que afrontar en la mayoría de los casos gastos de hospedaje y traslado, exponiéndonos además a riesgos como el accidente que lamentablemente han sufrido las dos compañeras de la facultad días atrás.
Mientras el presidente del Centro de Estudiantes, Leandro Bustos Valdez, devenido en una suerte de portavoz del decano, dice a los medios estar rezando por la recuperación de las compañeras, al tiempo que defiende el actual régimen de pasantías, les estudiantes empezamos a organizarnos para que ni une más de nosotres se vea expuesto a las precarias condiciones de cursado en las que se sostienen hace décadas las prácticas en la recta final de nuestra carrera. Está convocada una manifestación para el próximo martes 16 de Abril a las 10:00 horas, en el patio de la Sede Central de la Facultad. |