Foto: El Rosalenio
Punta Alta hoy amaneció con la peor de las noticias. Dos hermanos de 12 y 14 años murieron, y toda su familia tuvo que ser hospitalizada, por un incendio que provocara una vela que mantenían encendida para “mantener el calor”, según informó Lorena Villagra, Ayudante Fiscal de Coronel Rosales. La familia ocupaba una precaria vivienda.
Sacando a relucir el peor de los cinismos en una situación así, el Secretario de Niñez, Adolescencia y Familia del municipio de Coronel Rosales, Santiago Maidana, declaró que "la decisión de la mamá fue la de quedarse en el lugar usurpado", para, por un lado deslindar responsabilidad del gobierno, y, por el otro, hacer responsable a la propia familia víctima de la desidia. Repudiable.
Mientras se naturaliza que millones de familias en todo el país tienen que enfrentar el frío con estos métodos precarios que ponen en riesgo la vida, como muestra este triste caso, las grandes empresas de energía no paran de enriquecerse con los tarifazos que les habilita el gobierno. Tarifazos imposibles de pagar para la mayoría de la clase trabajadora que percibe salarios de miseria, por debajo de la línea de pobreza.
¿Adonde fueron a parar esos millones de dólares que “pedimos” al FMI?
En Punta Alta no hay un solo plan de vivienda, no hay inversiones en construcción, ni electricidad, ni gas, ni agua. El gobierno de Cambiemos, a cargo de Mariano Uset y Mariano Ojeda (Acción Social), que Maidana se esfuerza en eximir de cargo y culpa, forma parte de los responsables de que en una ciudad que alberga la Base Naval mas grande del país, donde hay más de 5000 hectáreas de campo ociosas de la armada qué tienen además acceso a electricidad y agua potable que sólo sirven para negocio de algunos jefes, sean cada vez mas las familias que se ven empujadas a vivir en condiciones precarias quedando expuestas a este tipo de tragedias sociales.
El dolor y la rabia se entremezclan. Esta es la realidad a la que nos someten con sus políticas el FMI, Macri y el peronismo “renegociador”. Esta es la realidad a la que empujan a millones en los sectores más explotados. Este ese es el producto de políticas que favorecen a los sectores que más tienen, mientras millones viven por debajo de la línea de pobreza.
La crisis social avanza y la pobreza aumenta, mientras hay sectores a los que les va muy bien: los grandes especuladores, los fugadores de divisas, los banqueros, al igual que los sojeros, las mineras y las petroleras aumentaron sus ganancias. ¡Y nosotres tenemos que pagar con nuestras vidas los platos rotos de una deuda que no generamos!
Sólo podemos defender nuestras vidas organizándonos y enfrentando los ataques. Es urgente que dejemos de destinar millones de dólares al pago de esa deuda, que se desconozca ese acuerdo y que ese dinero sea destinado a viviendas, salud y educación. De la mano del FMI la crisis social no hará más que agravarse.
Extendemos nuestra solidaridad a la familia de Ignacio y Guillermo. |