La PSU ha sido el acceso a la educación superior desde 2003, aunque formalmente se suponía que sería una prueba transitoria, está quedó como la sucesora de la antigua prueba de aptitud académica que funcionó entre 1966 y 2002.
Sin embargo, la PSU está viendo su último año de vida, ya que la Ley de Educación Superior, promulgada en 2018, ordena la creación de un nuevo sistema de admisión para les estudiantes, que reemplace al actual modelo de la PSU. Este nuevo sistema se llevará a cabo por la Subsecretaría de Educación Superior (próxima a ser creada) y serán los mismos rectores pertenecientes al CRUCH los encargados de llevar adelante está tarea.
Así, este martes y miércoles, los rectores votaran entre ellos a los integrantes de las comisiones que llevarán adelante el proceso, entre candidaturas que ellos mismos levantaron con este fin.
Sin PSU ¿Se abrirán las puertas de las universidades?
El movimiento estudiantil, secundario y universitario, históricamente a demostrado un profundo rechazo a las pruebas estandarizadas como son la PSU o el SIMCE. Y por razones muy claras: estas pruebas segregan a quienes desean acceder a la educación superior, con filtros de clase y género.
Está segregacion no estuvo ausente el pasado 2018 Donde de las 209 personas que obtuvieron el puntaje máximo, apenas el 21,1% son mujeres. Al mismo tiempo, si bien el 87% de les estudiantes que rindieron la prueba pertenecen a colegios particulares subvencionados y municipales, versus un 11% egresados de escuelas particulares, de los 209 con máximo puntaje, fueron 153 les estudiantes provenientes de colegios particulares, ante los 34 y 22 que venían de colegios particulares subvencionados y municipales, respectivamente.
Y aunque estos datos sean duros reflejos de la segregación tras la PSU, está puede cambiar, erradicarse y podemos tener al frente un nuevo sistema de acceso a la educación superior. El problema seguirá apareciendo: la educación no existe como un derecho. Porque lo necesario es que no exista límite para tener derecho a una educación superior. Si, hay que acabar con la PSU, pero no para traer un nuevo sistema que filtre quien si y quien no. Eso solo continuará permitiendo que sea una elite, la que pueda entrar a la universidad. |