En los estudios de TN, el exgobernador ratificó que será candidato y dijo que le gustaría una gran PASO. Habló de generar “un gran acuerdo económico y social” y aseguro: “Hace falta un pacificador”.
Un mes pasó desde que Daniel Scioli anunciara su candidatura en el ND Ateneo. El lugar elegido en aquella oportunidad fue el mismo que lo encontró en la presentación de la fórmula junto a Néstor Kirchner en 2003. Una foto gigante donde se lo veía a ambos juntos y abrazados completaba la escena que el exgobernador había pensado para su lanzamiento.
Este jueves 18 de abril se encargó de confirmar que "es una decisión tomada" y que, pase lo que pase, será candidato. Aunque el lugar elegido para la confirmación fueron nada más y nada menos que los estudios de TN y con una definición que generó una enorme repercusión: "Contra Cristina o contra quien sea".
Con su clásico estilo monocorde, se refirió a su deseo de que haya una gran interna en el peronismo: "Anhelo que haya una gran PASO. Para ser presidente hay que ganarle a todos. Esto no es un enfrentamiento personal, es luchar por la agenda que se viene en el país". Y consultado acerca de si cree posible ser el vencedor en una eventual interna con la expresidenta, aseguró: "Las PASO son obligatorias, simultáneas y ahí la gente tendrá la oportunidad de tomar una decisión y ver quién puede afrontar mejor la agenda compleja de problemas que se vienen".
El actual diputado de Unidad Ciudadana consideró que es el indicado asumir un próximo gobierno y sostuvo que "hace falta un pacificador, una persona que tenga la capacidad de desandar esta grieta y bajar los niveles de irritabilidad social, generar certidumbre y confianza al mundo".
Pero consultado acerca de la situación, los recientes anuncios del Gobierno y como cree que es posible superar la grave crisis actual, Scioli insistió con el mismo discurso que vienen sosteniendo los distintos sectores del peronismo y el kirchnerismo: "El verdadero alivio va a venir cuando a través del voto popular y cumpliendo su ciclo constitucional empiece un nuevo gobierno que cambie este programa económico de ajuste por uno de desarrollo productivo que se plantee ante el FMI, no solo a reprogramar los pagos, sino cambiar estas recetas de ajuste por políticas de crecimiento".
Mientras la disputa por las candidaturas recrudece y lo seguirá haciendo a medida que se acerque la fecha de las elecciones, el único consenso que hay es la idea de renegociar el programa de pagos con el FMI. Algo que, a pesar de que en campaña se hable de crecimiento, inevitablemente será a cambio de mayores y salvajes ajustes, como lo demuestra el paso del organismo financiero por otros países del mundo como Grecia o Portugal.
