La consulta popular que comienza este sábado y durará hasta el 21 de abril, se convocó con solo dos días de anticipación sin dar tiempo a hacer campaña, aunque el gobierno llenó el país de propaganda por el Sí.
Abdelfatah Al Sisi gobierna Egipto desde 2014. Llegó al poder tras el golpe de estado que él dirigió en julio de 2013 contra el presidente Mohamed Morsi, quien se había puesto en contra a grandes sectores de la población. Durante el breve gobierno de Adli Mansour (jefe de la corte suprema) Al Sisi fue nombrado Viceprimer ministro y encabezó la persecución y encarcelamiento de miles de militantes (y el asesinato de varios centenares) del partido islámico moderado Hermandad Musulmana.
Desde su llegada al poder impuso un régimen que tras la máscara de un parlamento sumiso y elecciones digitadas, está basado en las fuerzas armadas y la persecución política y sindical. De esa manera, terminó de cerrar el proceso revolucionario que se abrió en 2011 como parte de la “primavera árabe” en Egipto y que derrocó la dictadura de Hosni Mubarak (1981-2011).
En marzo de 2018 Al Sisi montó una farsa de elecciones donde sin candidato opositor, una enorme abstención y fraude, se hizo reelegir con el 97% de los votos.
Más poder a los militares y Al Sisi para rato
Ahora el mandatario está armando una nueva estructura legal que le permita permanecer en el cargo por otros dos períodos y al mismo tiempo ampliar los poderes del Ejecutivo y de las Fuerzas Armadas. La reforma fue aprobada el 16 de abril de forma exprés en el parlamento por 531 diputados de los 554 presentes, con la única oposición de 22 legisladores y una abstención y solo falta refrendarla en consulta popular.
La enmienda más destacada es la ampliación del periodo presidencial de cuatro a seis años y la posibilidad de reelección durante dos periodos consecutivos. También incluye una disposición transitoria que permitirá a Al Sisi beneficiarse de la ampliación del término del mandato actual y luego presentarse de nuevo, pese a que se encuentra en su segundo periodo como mandatario.
Otra de las enmiendas permitirá al jefe de Estado designar a los presidentes de las instituciones judiciales, que antes eran nombrados por sus propios órganos, y extenderá las atribuciones de las Fuerzas Armadas que a partir de ahora tendrán el papel de "salvaguardar la Constitución y la democracia, preservar los fundamentos básicos del Estado y su naturaleza civil, las ganancias del pueblo y los derechos y libertades de los individuos".
También se legaliza el enjuiciamiento de civiles en tribunales militares, una práctica que ha sido común en los últimos años y muy criticada por organismos de derechos humanos.
Más de 61 millones de egipcios están habilitados para votar hasta el 21 de abril para tachar el "sí" o el "no" a la modificación de la Carta Magna. Liga Árabe registró 80 observadores de 19 nacionalidades diferentes para supervisar el proceso, según anunció hoy la autoridad electoral.
Las calles de la capital se han llenado de pancartas pidiendo votar a favor en el referéndum, días antes de que el Parlamento diese luz verde para la consulta, mientras que la oposición se ha decantado por estar en contra, pero ha descartado pedir el boicot.
Al mismo tiempo, la ciudad está siendo blindada por las fuerzas de seguridad, que han difundido un vídeo en sus redes para mostrar las preparaciones ante este evento. |